El último adiós a Maradona, en la sede del Gobierno del país, transcurría sin incidentes pero, con previsión de que la jornada terminará a las 21:00 horas, comenzaron los nervios. Y es que miles de personas aún hacía colas de varios kilómetros para entrar al velatorio.
La disputa entre los aficionados que todavía no se habían despedido de Maradona y los cuerpos de seguridad ha empezado en los alrededores de la Plaza de Mayo y zonas aledañas. La Policía ha cargado con balas de goma, tanque de agua y gases lacrimógenos.
Una parte de la inmensa multitud ha respondido con el lanzamiento de piedras y botellas, en especial en la intersección de Avenida de Mayo con 9 de julio. De hecho, algunos han logrado acceder a la Casa Rosada tras saltar las vallas.
La tensión seguía en aumento y mientras se sumaban más efectivos de seguridad, se ha suspendido el velatorio por el momento. La policía disparó balas de goma contra los aficionados que trataban de acceder al recinto. Aunque la idea era retomar el acto, finalmente se terminó suspendiendo debido a los disturbios.
Con el acto suspendido, los familiares de Maradona abandonaron la Casa Rosada.
Los restos de Diego Armando Maradona llegaron al cementerio Jardín Bella Vista, en la periferia de Buenos Aires, donde su familia le brindó un último adiós en una ceremonia privada.
El cortejo fúnebre recorrió unos 40 kilómetros desde la Casa Rosada, sede del Ejecutivo argentino y donde se realizó el velatorio, hasta el cementerio, donde descansan los restos de los padres de Maradona.
El paso del automóvil con los restos del exfutbolista fue saludado por miles de personas apostadas sobre puentes y a la vera de la carretera y las calles que el cortejó recorrió en un trayecto que completó en poco más de una hora. Al cementerio fueron autorizados a ingresar sólo los familiares y muy pocos allegados al astro máximo del fútbol argentino.
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