El mandatario afrontará su octavo mandato consecutivo al frente del organismo, en cuyo sillón presidencial lleva desde el año 1988. En esta ocasión, tampoco tenía rival en unas elecciones, que se deberían haber celebrado en 2016, y los asambleístas le respaldaron ampliamente con 112 votos a favor de los 129 emitidos, once en blanco y seis nulos.
De todos modos, Villar aún debe esperar a lo que dictamine el Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) ante el que Jorge Pérez, que fuera su secretario general en la RFEF y que iba a presentarse como candidato, ha presentado un recurso por considerar irregular el proceso del pasado mes de abril para elegir los miembros de la Asamblea General.
La votación, secreta, comenzó pasada las 16.00 horas, momento en el que fueron pasando, por este orden, los representantes del estamento de futbolistas, entre los que se encontraban Alejandro Arribas (Deportivo), Vicente Iborra (Sevilla) u Óscar de Marcos (Athletic), presidentes de federaciones autonómicas, clubes, con la presencia de Josep María Bartomeu, entrenadores, entre ellos el seleccionador nacional Julen Lopetegui, y los árbitros.
Todo discurrió con aparente normalidad y el único contratiempo lo protagonizó el presidente del Celta, Carlos Mouriño, que metió la papeleta para elegir miembros de la Comisión Delegada en lugar de la de para elegir al presidente, por lo que hubo que parar la votación para que repitiese su voto.
De este modo, Villar volvió a recibir la máxima confianza del fútbol español pese a haber vivido un anterior periodo sin los éxitos del anterior, cuando la selección española ganó dos Eurocopas (2008 y 2012) y el histórico Mundial de 2010. Este último ciclo estuvo marcado por su agrio enfrentamiento con el Consejo Superior de Deportes (CSD) cuando este estaba presidido por Miguel Cardenal.
Los problemas surgidos por una auditoría que el Consejo quería realizar a la RFEF y la imposibilidad de aprobar el Reglamento Electoral porque el Consejo decía que no cumplía con la Orden Ministerial marcaron su relación con Cardenal, mientras que además Villar también tuvo que enfrentarse a casos polémicos como los supuestos favores con el Recreativo de Huelva y el Marino de Tenerife para que ambos conservaran su plaza en la Segunda B, o el presunto fraude con las partidas concedidas para construir escuelas deportivas en Haití.
4 comentarios
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Nadie debería estar más de 8 años en la cima de cualquier empresa, por transparencia en la gestión, ..., auditoría externa, elecciones y nueva gestión para asegurar el buen haber de los dirigentes.
Que vergüenza.
La mafia sigue instalada en el futbol mientras siga este individuo
Ufff ... el día que se levanten alfombras, presuntamente, claro .....