Prudente, pese al buen nivel mostrado en el arranque de la temporada, el mallorquín Rafael Nadal volvió a entrenarse este miércoles en Melbourne Park con la motivación de firmar un buen papel en el Abierto de Australia, el primer Grand Slam del año.
Ataviado con un pantalón blanco y una camiseta sin mangas de color gris, Rafa Nadal trabajó bajo la supervisión de su tío Toni en una calurosa jornada en Melbourne.
El desafío del balear, asentado en el noveno puesto del ránking de la ATP, es mejorar el resultado obtenido el pasado curso. En 2016 acudió con buenas sensaciones tras sus victorias en un torneo de exhibición en Abu Dabi y su triunfal aparición en Doha, pero cayó contra pronóstico en primera ronda.
Nadal, que viene de repetir conquista en la cita amistosa y de firmar unos meritorios cuartos de final en Brisbane, no olvida su precipitada eliminación en Melbourne ante su compatriota Fernando Verdasco (7-6, 4-6, 3-6, 7-6 y 6-2).
Por esta razón, insistió, en declaraciones que difunde la web del Abierto de Australia, en que lo único que está en sus manos es «seguir trabajando de la misma forma que hasta ahora».
«Cuando llegas a un nuevo torneo debes prestar atención a cada momento, a cada entrenamiento, a cada partido. Todos los rivales son peligrosos. El año pasado me sentía bien, porque había jugado muy bien en Abu Dabi y en Doha. También tuve una buena semana de entrenamientos en Melbourne pero, después, perdí en primera ronda», recordó el ganador de 14 títulos de Grand Slam.
El mejor jugador español del momento -así lo refleja el ránking de la ATP- sí dejó constancia de su propósito de ofrecer lo máximo.
«Trabajé realmente duro en Mallorca para poder recuperarme de la lesión (en la muñeca izquierda) y siento que estoy en el camino correcto», explicó el exnúmero uno del mundo.
Esa dolencia le frenó en el último tramo de la pasada temporada. En once semanas se fijó finalmente su periodo de inactividad, aunque las dudas acerca de su recuperación se desvanecieron pronto.
Retó con éxito en Abu Dabi a tres jugadores situados en las primeras posiciones de la clasificación, como son el checo Tomas Berdych, el canadiense Milos Raonic y el belga David Goffin. Y en Brisbane progresó hasta cuartos de final, donde le frenó el tenista de origen montenegrino.
«Las dos primeras semanas han sido positivas», valoró Nadal.
Su deseo, ahora, es mantener un alto rendimiento durante un periodo prolongado de tiempo, algo que no logró en una última temporada, condicionada por las lesiones.
«No me puedo centrar únicamente en el Abierto de Australia. Dame tres meses y luego veremos», dijo al ser preguntado por su competitividad.
El jugador mallorquín afirmó que hasta después del Masters 1.000 de Miami no podrá ofrecer un primer análisis de su juego. «Ahí sabré dónde estoy realmente, siendo realista», abundó.
Así, el único horizonte en Melbourne para Rafa Nadal es su próximo entrenamiento.
«Queda algo más de una semana para el debut», comentó, «y espero estar preparado». «Voy a pelear y a entrenar duro par que sea así. No puedo hacer ninguna predicción más allá», sentenció.
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