Atlético de Madrid: Oblak; Juanfran, Savic, Godín, Filipe; Gabi; Griezmann (Óliver, m. 61), Saúl (Kranevitter, m. 80), Koke, Correa (Vietto, m. 68); y Fernando Torres.
Villarreal: Areola; Mario, Bonera, Víctor Ruiz, Bailly; Rukavina, Bruno, Pina, Castillejo (Denis Suárez, m. 67); Soldado (Adrián, m. 62) y Bakambu (Baptistao, m. 81).
Árbitro: Prieto Iglesias (C. Navarro). Amonestó a los locales Gabi (m. 68) y Filipe (m. 73) y a los visitantes Castillejo (m. 61) y Bailly (m. 76).
Un empate sin goles contra el Villarreal detuvo al Atlético de Madrid en la carrera por la Liga, ya a ocho puntos del liderato del Barcelona, en un partido dominado por las defensas, impenetrables para los ataques, y sin casi ocasiones pese a la intención que pusieron ambos equipos, atascados en un 0-0.
Un punto para cada uno que mantiene las distancias entre ambos, que alarga a una docena la racha de encuentros de Liga sin perder del conjunto amarillo y que, salvo sorpresa, limita ya el objetivo del equipo rojiblanco en el campeonato a la segunda posición, porque su distancia respecto al liderato azulgrana ya parece insalvable.
El Atlético, por eso, tenía toda la presión en el envite de este domingo, realmente un órdago en la pelea por la Liga, por el triunfo del sábado del Barcelona en las Palmas. Lo perdió a pesar del empate, a pesar de que lo intentó hasta el final y a pesar de todo el empeño que le puso, con una opción en el minuto 90 de Vietto.
Un enfrentamiento con dos formas diferentes de trazar el camino hacia la victoria: el Atlético con un fútbol directo, balones largos a la continuación de un delantero o a la segunda jugada para trasladar la acción a campo contrario; el Villarreal, con algo más de elaboración y posesión para dirigir la pelota a la meta rival.
Ni una ni otra se impuso en todo el primer tiempo. Ni la del equipo rojiblanco, que nunca encontró la espalda que buscaba de la defensa adversaria, salvo alguna acción sin remate en torno al área, pero más cerca de su objetivo cuando subió la presión, ni la del conjunto amarillo, que tocó por momentos, contraatacó poco y apenas llegó, salvo un par de veces y un penalti reclamado al inicio.
No hubo casi exigencia para los guardametas en una primera parte muy medida desde la táctica, desde la idea preconcebida del partido desde el vestuario, sin alteraciones ni concesiones para su rival, sobre todo por la firmeza de las defensas. En la rojiblanca, el montenegrino Savic ofreció un rendimiento atrás casi impecable.
Por arriba, por abajo, al corte, por colocación, por facilidad para subsanar cualquier problema y por imponente presencia, junto al uruguayo Diego Godín, e igual que el centro de la retaguardia del Villarreal, formada por Víctor Ruiz y el italiano Daniele Bonera, capaces de ganar cada combate aéreo que propuso el Atlético.
Nunca se sintió cómodo Fernando Torres, obligado una y otra vez al salto, al despliegue por arriba; el argentino Ángel Correa sólo apareció con cuentagotas, a veces desbordante, a veces embarullado; y no tuvo casi opción de gol el francés Antoine Griezmann, salvo un centro que peinó, fuera, ante la inquietud de su compatriota Areola.
Tampoco entró en juego dentro del otro área Roberto Soldado en el Villarreal, sin tantas rotaciones como se preveían. Ni desató su velocidad Samu Castillejo, en un ejercicio de buen ritmo e intensidad de ambos equipos, pero nada consistente en ataque, salvo cuando el Atlético bajó algo más la pelota allá por la media hora.
También sin apenas oportunidades, como terminó el primer tiempo, condenado a un 0-0 entre el juego directo e ineficaz por ese momento del Atlético y la transición inofensiva del Villarreal, con 45 minutos más de desgaste del oponente que de fútbol, y como comenzó el segundo acto, que modificó los parámetros desde el equipo local.
Porque el Atlético fue más insistente desde el juego por abajo, con un plus más de velocidad y de ambición. Así empujó hacia atrás al Villarreal, pero también le dio espacio para el contragolpe, para las salidas vertiginosas de Castillejo. En una hora de choque, las dos mejores ocasiones, una para cada uno, de Correa y de Bakambu.
La primera la solventó una estirada de Areola, la segunda no hizo falta ni siquiera la intervención de Jan Oblak por lo desviado del disparo, después entraron los locales Oliver y Vietto y los visitantes Denis Suárez y Adrián en un partido que no fue ni para un lado ni para otro, con 0-0 y el adiós del Atlético a la Liga.
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