Barcelona Lassa (18+19+18+17): Doellman (11), Navarro (6), Satoransky (5), Perperoglou (6) y Tomic (8) -equipo inicial-, Ribas (9), Abrines (2), Vezenkov (2), Samuels (5), Oleson (14) y Arroyo (4).
Dominion Bilbao (20+20+15+18): Bertans (3), Hannah (6), Bogris (8), Mumbrú (12) y Hervelle (15) -equipo inicial-, Todorovic (5), Slezas, Ruoff (18), Mendía, López (3) y Suárez (3).
Árbitros: Daniel Hierrezuelo, Benjamín Jiménez y Fernando Calatrava. Georgios Bogris fue eliminado por cinco personales (min.35).
Incidencias: Partido correspondiente a los cuartos de final de la Copa del Rey disputado en el Coliseum de La Coruña ante unos diez mil espectadores.
El Dominion Bilbao dio la primera gran sorpresa de la Copa del Rey al derrotar al Barcelona Lassa por 72-73, tras un partido que en el que dominaron durante muchos minutos en el marcador sin que los azulgranas encontraran la forma de hacer explícita la enorme calidad de su banquillo.
El acierto de Axel Hervelle desde la línea triple con tres sin fallo hasta el minuto 6 (9-13) y la buena defensa del Dominion Bilbao, condicionaron un primer cuarto en el que los hombres esta vez de blanco, dominaron de principio a fin ante un Barcelona poco metido en el partido.
La falta de acierto azulgrana desde la línea de 6,75 metros y la poca agresividad de su defensa, propiciaron la continua rotación de un Xavi Pascual que no acabó de dar con el cinco adecuado.
Con mayores o menores diferencias, los vascos dominaron hasta cerrar el primer cuarto con un ajustado 18-20.
En el segundo acto, no hubo un cambio apreciable de actitudes. El Bilbao siguió trabajando en defensa y elaborando mucho el ataque con todas las posiciones muy abiertas para después meter un balón rápido bajo el aro.
El Barcelona mejoró algo en defensa, cerró un poco el espacio y apretó a los pares, pero siguió sin encontrar una fuente fiable de puntos, salvo Justin Doellman, cerrando el apartado de triples con un paupérrimo 1 de 7 intentos.
El 5 de 10 en canastas de 3 de los bilbaínos junto a la garra de Alex Ruoff y la inteligencia de Raul López fue suficiente para alcanzar ventajas que alcanzaron los 7 puntos (22-29, min.24.30) y 30-37 (min.18).
Los primeros veinte minutos tuvieron color blanco y el Barcelona casi se fue satisfecho porque la ventaja no fuera mayor al 37-40 con el que ambos partidos se fueron al descanso.
Un triple de Tomas Satoransky le dio la primera igualdad al Barcelona desde el inicio del partido (40-40, min.21) y otro de Stratos Perperoglou, a continuación, la primera ventaja (43-42).
El partido entró en una fase de toma y daca en el marcador porque el Bilbao, pese al cansancio, siguió bregando con su idea de baloncesto coral, tanto en defensa como en ataque, mientras que en el Barcelona Satoransky, Perperoglou y Ribas comenzaron a dar muestras de la infinita calidad que atesoran los azulgranas, 51-48 (min.25).
El Bilbao ya había enseñado todo lo que tenía preparado para el partido y la cuarta personal de su pívot titular, el griego Georgios Bogris (51-50, min.28) fue un mal dato para los de Sito Alonso.
El Barcelona, por su parte, tenía muchísimas balas en la recámara y ajustaba cada vez más defensa, dejando a sus rivales con pocas opciones. Aún así los vizcaínos en otro ataque de orgullo consiguieron llegar al final del tercer cuarto con un empate a 55 puntos e iniciar el último periodo con un triple de Raúl López (55-58), que fue inmediatamente contrarrestado por otro de Brad Oleson.
El Dominion Bilbao se agarró al partido con fe, garra y fuerza, además de una zona defensiva que hizo daño a un Barcelona que daba la sensación de estar sin ideas y sin demasiada tensión, pero con un potencial inmenso que podía romper el partido definitivamente en cualquier momento. A falta de 6 minutos (66-63), Sito decidió jugarse una de sus últimas balas dando entrada de nuevo a Bogris, que fue eliminado instantes después.
El marcador se ralentizó y a tres minutos para el final el Bilbao se puso nuevamente por delante, 66-67, después de unos minutos en los que no hubo tiro que entrara en ningún aro, quizá por aquello de la presión.
Los vascos consiguieron un parcial de 0-8 (66-71 min. 38.15) y afrontaron los últimos cien segundos de partido convencidos de que habían fabricado una gran opción de victoria. A falta de 44.1 segundos, Mumbrú puso desde la personal un 68-73 en el luminoso.
Al Barcelona le entraron las prisas pero ya fue demasiado tarde. Tomic tuvo una opción desde el tiro libre por una rigurosa falta antideportiva, pero falló uno de los lanzamientos y con 3.2 segundos por delante no fue capaz de tirar siquiera a canasta.
La Copa se cobró su primera sorpresa y uno de los grandes favoritos cayó eliminado ante un Bilbao que demostró más hambre que su rival durante todo el partido.
1 comentario
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Bueno, al menos el Bilbao no es extranjero, recordemos a Blas de Lezo.