Atlético de Madrid: Oblak; Juanfran, Savic, Godín, Filipe; Koke (Carrasco, m. 60), Gabi, Saúl; Griezmann, Jackson (Thomas, m. 72) y Correa (Vietto, m. 54).
Levante: Mariño; Iván López, Trujillo, Feddal, Toño; Verza, Lerma; José Mari (Camarasa, m. 64/Roger, m. 82), Morales, Xumetra (Rubén, m. 73); y Ghilas.
Gol: 1-0, m. 81: Mariño, en propia meta, tras intentar atajar un disparo de Thomas.
Árbitro: Clos Gómez (C. Aragonés). Amonestó al visitante Xumetra (m. 60).
El Atlético de Madrid tomó el liderato de la clasificación de la Liga agarrado al atrevimiento, el regate, la llegada y el gol, con la colaboración del meta Diego Mariño, que fabricó el centrocampista ghanés Thomas Partey, quien desbloqueó un partido áspero contra el Levante, encaminado al empate hasta su irrupción en el campo, vital para lograr tres puntos esenciales.
Era ya el minuto 72 cuando Thomas entró en el terreno de juego. Nueve después, con tanta convicción como el pasado miércoles en Vallecas, asumió la responsabilidad, encaró a la defensa contraria, condujo la pelota, se metió en el área y alivió los problemas del Atlético al crear el único gol del partido, el que le guía hasta la primera posición. Mariño, en su intento por atajar el balón con un brazo, acabó impulsando con el otro el balón hacia su portería.
Así aprovechó su equipo el camino que le había abierto unas horas antes el empate del Barcelona contra el Espanyol, lo recorrió con apuros en su duelo contra un Levante hundido en el fondo de la tabla y mermado por un puñado de bajas para la visita al Calderón y lo culminó como líder. No ocupaba ese puesto desde hace año y medio.
Aún está pendiente del partido aplazado que tiene el Barcelona con el Sporting de Gijón en El Molinón, previsto para el 17 de febrero, pero mientras tanto ya está en la cima. Un ascenso con dificultades, pero con números sobresalientes: una sola derrota en los últimos 17 choques oficiales y once victorias en doce choques.
La más reciente este sábado contra el Levante, trabajada, mucho más de lo que preveía la situación en la tabla de ambos. Mérito de las ideas tan definidas con las que salió el conjunto valenciano, mucha concentración, repliegue intensivo cada vez que el Atlético proponía ataque y rigor táctico para limitar espacios y riesgos.
No le importó que la posesión fuera del Atlético. Cuando un rival se cierra, el conjunto rojiblanco sufre problemas. Ya le ha pasado unas cuantas veces esta temporada. Se atasca en los últimos metros ante tanto futbolista rival y hoy entre su propia imprecisión, la que evidenció para mover la pelota y centrarla desde los costados.
Salvo la ágil parada de Diego Mariño al colombiano Jackson Martínez, en el minuto 5, el Atlético no encontró remates en jugada dentro del área en todo el primer tiempo, bien por intervención del guardameta, bien por falta de rematador o bien por el poste, que repelió un cabezazo de Stefan Savic entre tanta irregularidad.
También en defensa. No transmitió el Atlético esa sensación incontestable de equipo impenetrable atrás, porque, entre tanta imprecisión, el Levante también fue capaz de salir de su territorio y circular alguna vez por el área contraria. Eso sí, con sólo una ocasión, de Verza, con control magnífico y disparo desviado.
Ya había reclamado por entonces el Atlético un penalti sobre el argentino Ángel Correa, la novedad más llamativa del once. Y gris en todo el primer tiempo, como todo el equipo. Se marchó al intermedio sin la fórmula de derribar al Levante, que, aún con sus evidentes limitaciones técnicas en ataque, plantó cara todo el encuentro.
Pero ni siquiera eso fue garantía de punto o puntos en el Vicente Calderón, aunque el Atlético jugó un partido flojo, aunque el Levante, incluso, asustó a su rival por momentos y aunque el larguero se interpuso en un trallazo de Koke y un centro chut de Vietto, la primera solución desde el banquillo a la que recurrió Simeone. Después entró el Yannick Carrasco a la hora de juego.
Los últimos 20 minutos fueron para Thomas. Es el segundo jugador de campo que menos ha jugado en el Atlético esta temporada, pero su calidad de minutos es formidable. Otro ejemplo, este sábado. Su atrevimiento le dio tres puntos al equipo rojiblanco, por su jugada, por su gol, entre su tiro y un rechace en propia puerta de Mariño.
Un tanto para un triunfo vital, cuando todo apuntaba al empate, como el pasado miércoles en Vallecas. Y que vale el liderato, al que subió al Atlético con una victoria estresante y un protagonista por encima de todos: Thomas, de descarte habitual de las convocatorias a futbolista decisivo cuando su conjunto más lo necesitaba.
1 comentario
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Con los jugadores que ahora tiene el Mallorca, más el tal Thomas, Gerard Moreno y Bigas, probablemente hoy estaría en zona de ascenso. ¡Lo que desperdició Oltra, mamma mía!