España y Serbia jugarán sin red. En el primer partido ambas selecciones jugarán algo más que un partido inicial de la primera fase.
La victoria otorgará al vencedor un espaldarazo a su favoritismo en la lucha por el podio, mientras que el perdedor tendrá que rehacerse sobre la marcha y deberá superar la sombra de dudas que planeará sobre él el resto del campeonato.
Serbia, vigente subcampeón del mundo, ha regresado, de la mano de su entrenador Sasha Djordjevic, de la ultratumba del baloncesto y ha vuelto a codearse con la elite después de mucho tiempo.
Ausentes en las dos últimas citas olímpicas, Serbia fue cuarta en el Mundial 2010, octava en el Eurobasket 2011 y séptima en el de 2013, para regresar en el Mundial de España 2014 y conseguir una meritoria medalla de plata.
Serbia siempre tuvo talento y altura para jugar al baloncesto, pero parecía que cada uno iba por su lado. Ausencias, falta de interés y poca intensidad la lastraron en su rendimiento hasta que Djordjevic supo aunar voluntades, convencer a los jugadores y guiarlos con mano firme y guante de seda.
España ha realizado el camino contrario. Dominador de los Europeos de 2009 y 2011, consiguió una plata olímpica en Londres y un meritorio bronce en el campeonato de Europa de 2013, en Eslovenia, con un equipo con muchas bajas. En 'su' campeonato, en el Mundial de 2014 que se juego en España, el fiasco fue total al caer con Francia en cuartos de final.
Ahora con un equipo con muchas ausencias por las lesiones de Ricky Rubio, José Manuel Calderón, Serge Ibaka, Juan Carlos Navarro y Alex Abrines, además, y sobre todo, de la de Marc Gasol, España tiene que retomar impulso y volver a ser una selección dominante para conseguir sus objetivos: el Europeo y la clasificación para los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016.
De la mano de un Pau Gasol que ejerce de líder, la base de jugadores del Real Madrid, los Sergios (Llull y Rodríguez), Felipe Reyes y Rudy Fernández, junto con el exmadridista Nikola Mirotic, ahora compañero de Pau en los Chicago Bulls, tendrán la misión de liderar el retorno español.
«Hay dos selecciones que me han impresionado: Serbia y Francia», dijo el seleccionador de los españoles, Sergio Scariolo, apenas 72 horas antes de comenzar el torneo.
Los resultados de los partidos amistosos y el nivel de los rivales «apenas tienen valor», según el técnico, y cuando la competición se inicie los jugadores «deberán» dar un paso adelante en sus prestaciones en general.
El equipo español ha demostrado en muchas ocasiones que tiene ese gen competitivo y su calidad y compromiso también están fuera de toda duda.
El España-Serbia puede resultar fundamental para la suerte de ambos y para el desarrollo del campeonato. Un partido trascendental a las primeras de cambio.
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