Es la cuarta corona para Djokovic y la segunda consecutiva en el desierto californiano tras las obtenidas en 2008, 2011 y 2014.
Djokovic volvió a ganar al suizo tal y como hizo en la edición del año pasado, cuando venció por 3-6, 6-3 y 7-6(3), y se convirtió en el primer tenista que repite éxito por segundo año consecutivo desde que lo lograra Federer en 2006.
El suizo se alzó con el trofeo en Indian Wells en 2004, 2005, 2006 y 2012.
Para Djokovic éste es su Masters 1000 número 21 y acecha a Federer, con 23. El español Rafael Nadal mantiene el récord, con 27 hasta la fecha.
Djokovic salió con ganas de enseñar por qué es el número uno de la clase. Se adjudicó los dos primeros juegos en blanco con su saque, mostrando un servicio magistral y desplegando un juego inapelable y modélico.
Su rival, no obstante, salió respondón, igual de firme con el saque, aunque el serbio dio primero siendo muy agresivo desde el fondo de la pista y desplazando a Federer de un lado al otro sin contemplaciones. Así llegó el 'break', Djokovic consolidó el servicio y no perdonó a la mínima ocasión que tuvo.
Se nublaba el cielo sobre el valle de Coachella y lucía tan gris como la versión de Federer hasta entonces, pero el juego de ensueño del suizo, con mayor regularidad y consistencia, llegó justo a tiempo para convertir el resto del choque en una enorme batalla.
Cuando Djokovic exhibía un tenis imparable (4-2 en la segunda manga), el tenis más eléctrico del número dos del mundo resurgió para hacerse con tres juegos consecutivos y mandar el set a la muerte súbita, donde, en un colosal derrumbe, tres dobles faltas seguidas del serbio, pusieron la confianza de Federer por las nubes.
Las tablas en el marcador prendían a un estadio enfervorizado que pedía con su aliento que las espadas siguieran en alto hasta el final.
Federer necesitó cinco bolas de 'break' en el tercer juego y logró igualar el set (2-2) tras ir dos por debajo al inicio de la tercera manga. Parecían arreciar los nervios en el de Belgrado -rompió una raqueta mientras descansaba entre juegos-, pero aquello le sirvió como motivación para adelantarse 4-2 tras una doble falta del suizo.
Djokovic resopló, respiró hondo y colocó su saque fuera del alcance de su contrincante (5-2). Por fin obtenía pleno control sobre el choque. Y con esa tranquilidad, rubricó el envite.
A pesar de este resultado, Federer domina los enfrentamientos directos entre ambos con un registro de 20 victorias y 18 derrotas.
Previamente este año se midieron en la final de Dubai, donde el de Basilea se impuso por 6-3 y 7-5.
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