Miquel Bestard charla con Ángel María Villar en una de las recientes visitas del presidente de la Federación Española a Palma. | Nuria Rincón

Miquel Bestard, presidente de la Federació de Futbol de les Illes Balears, ha expresado su apoyo a Ángel María Villar en la cruzada que este ha iniciado contra Miguel Cardenal, secretario de Estado para el Deporte, al que el propio Villar acusa de «exceso de intervencionismo» en el fútbol español a todos los niveles.

Villar critica la intervención de Cardenal tanto desde el punto de vista de aplicar nuevas medidas de seguridad como en la petición de escrutar aspectos económicos de la Federación más allá de las auditorías en una petición que la Española califica de «abusiva» e «improcedente».

Este martes la Federación Asturiana celebrará una asamblea para decidir si convoca un parón en el fútbol amateur y de base en su comunidad en solidaridad con Villar, un hecho que de momento en Balears no se va a producir. Miquel Bestard, presidente de la FFIB no tiene previsto convocar a su asamblea para votar si el fútbol se detiene o no, pero asegura apoyar incondicionalmente a Villar.

«Estoy a favor de Villar descaradamente», dijo Bestard. «Esto es una campaña mediática en contra de Villar porque las elecciones a la Española son el año que viene e interpreto que se pretende desgastar la figura del presidente. Considero totalmente desproporcionadas las injerencias del Consejo Superior de Deportes, pero personalmente me considero una persona de diálogo y por este motivo no creo que se deba parar el fútbol. Confío en que no se tenga que llegar a este extremo», señala Bestard.

El CSD había solicitado tras analizar las cuentas de la Española que los mismos profesionales que habían realizado la auditoría de cuentas iban a llevar a cabo una revisión limitada sobre algunas cuestiones. Los puntos requeridos para su revisión, entiende la Española, que no tienen relación alguna con el dinero público recibido y aluden al cese de la relación contractual entre el Grupo Santa Mónica y la RFEF, diferencias de cambio, personal de alta dirección, pasivo, créditos con clubes de fútbol, préstamos a federaciones territoriales y Código de Buen Gobierno. La Federación entendió que esta petición era «innecesaria y de todo punto improcedente y abusiva».

Villar considera que la actitud del secretario de Estado incurre en un «abuso de derecho y de poder» y que ha utilizado y utiliza «de forma torticera» los datos de la auditoría de cuentas, de la revisión limitada y otros datos federativos, «comunicando y filtrando con mala intención y ánimo de perjudicar gravemente la imagen de la RFEF», expone el comunicado de la Española.

Bestard apunta a la vertiente más local del conflicto y asegura que el CSD tiene en contra «a todas las federaciones territoriales porque nos limitan el dinero que posteriormente se entrega a los clubes por ejemplo para instalar césped artificial o mejorar los campos», indica. El Gobierno recortó la entrega del 1 % de las quinielas al fútbol, hecho que irritó a Villar enormemente llegando a negarse a cobrar una cantidad cercana a los 750.000 euros. La guerra es total y las consecuencias para el fútbol, imprevisibles.