«Traumatismo craneoencefálico con hemorragia interna y estallido de víscera maciza, bazo, provocado posiblemente con barra de hierro de 2,5 centímetros de grosor», reza el informe preliminar de la autopsia sobre la muerte de Francisco Javier Romero Taboada, alias Jimmy.
Los hechos ocurrieron este domindo sobre las nueve de la mañana, cuando unos doscientos ultras del Atlético de Madrid y del Deportivo, estos últimos apoyados por otros grupos ultras de ideología similar, se enzarzaron en una reyerta tras haberse retado supuestamente por WhatsApp.
La Policía detuvo a 21 implicados, doce de ellos del Riazor Blues, seis del Frente Atlético, dos de los Bukaneros, y uno del Alkor Hooligans, según ha detallado el secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez.
Estos arrestados prestan declaración este lunes ante la Policía y se prevé que pasen este martes a disposición judicial, aunque no se descartan nuevas detenciones.
Ocho de los arrestados tienen antecedentes policiales, según han detallado fuentes policiales, que han precisado que el fallecido también cuenta con antecedentes, en concreto nueve entre 2001 y 2013 por -entre otros delitos- riña tumultuaria, daños, contra la salud pública, malos tratos y robo con fuerza y con violencia.
La Policía ha afirmado que no tenía constancia de que decenas de ultras del Deportivo de La Coruña iban a llegar a Madrid con la intención de encontrarse con seguidores del Atlético, ya que se habían retado por WhatsApp y no por redes sociales, y además habían alquilado los autobuses en Lugo y llevaban un coche lanzadera, según han informado fuentes policiales.
Los investigadores sí tenían constancia de que unos treinta seguidores ultras del Deportivo habían adquirido entradas para ver el partido, pero no de que fuesen a desplazarse a Madrid en gran número o que se hubiesen retado con los seguidores del Atlético.
Sin embargo sí lo hicieron, en concreto 130 en dos autobuses que no fueron alquilados en Coruña, sino en Lugo -aunque les recogieron en su ciudad-, y en algún coche.
Además utilizaron al menos un vehículo «lanzadera» que viajaba delante de los autobuses para detectar si había presencia policial, todo ello con la intención de despistar a la Policía y poder llegar a Madrid varias horas antes del partido para encontrarse con los seguidos del Atlético, según las fuentes.
El secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, ha confirmado que «hubo una intención deliberada para escapar del control y de la protección de la Policía» y que las entradas que compraron los radicales del Depor para el partido las adquirieron en «un segundo canal de distribución».
Luego ha trascendido que la Federación de Peñas del Deportivo de la Coruña vendió unas cien entradas a ultras del Riazor Blues.
El Comité Federal Territorial del Sindicato Unificado de Policía (SUP) en Galicia ha defendido la labor de los agentes y que los funcionarios «enviaron en tiempo y forma» la previsión del desplazamiento de los Riazor Blues a Madrid.
«Los funcionarios encargados de remitir la información relativa al desplazamiento de aficionados desde A Coruña la enviaron en tiempo y forma a la Comisión Estatal contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte, a través de la Comisión Nacional del Deporte», según un comunicado de prensa del SUP en Galicia, en el que se puntualiza que «esta información fue remitida el jueves, día 27 de noviembre».
En cuanto al dispositivo de seguridad existente, el secretario de Estado ha asegurado que «era el adecuado para un partido que no había recibido la calificación de alto riesgo».
«No existían elementos objetivos que hiciesen prever que se pudiesen suceder actos violentos como los de ayer», ha subrayado, antes de reclamar que se dé «un portazo a los violentos».
Ha asegurado que el Ministerio del Interior será «absolutamente contundente» en la condena que será impuesta a los responsables de la reyerta mortal.
Martínez se ha pronunciado así tras la reunión que ha mantenido este lunes la comisión permanente de la Comisión Antiviolencia, en la que tanto él como el secretario de Estado para el Deporte, Miguel Cardenal, han anunciado que han pedido una comparecencia urgente en el Congreso para informar de estos sucesos.
Por su parte, los sindicatos policiales han asegurado que la actuación de la Policía en la reyerta fue la correcta, pues no había ningún dato que hiciera pensar que se iban a producir enfrentamientos de ningún tipo.
También hoy, el PSOE ha pedido la comparecencia urgente en el Congreso del ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, y del presidente del Consejo Superior de Deportes, Miguel Cardenal.
El cadáver del aficionado del Deportivo llegará mañana A Coruña, para ser velado en el tanatorio Albia antes de ser trasladado al cementerio de Feáns.
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