«No voy a hablar de la espalda. Estoy en competición, en la segunda semana, disfrutando de ello y voy a hacer todo lo posible para estar competitivo. Pelear, voy a pelear», señaló el balear tras derrotar en tercera ronda al argentino Leonardo Mayer por 6-2, 7-5, 6-2.
«No importa a nadie, no quiero ni faltar el respeto a ningún rival ni ayudar a nadie, ni perjudicarme a mi mismo. Lo único importante es que he ganado un partido en tres set», afirmó.
Nadal indicó que sintió ese dolor en el primer partido y que se repitió en el segundo, lo que le obligó a «sacar más despacio de lo habitual».
Pero no quiso afirmar si se trata de los mismos problemas físicos que le mermaron en la final del Abierto de Australia contra el suizo Stan Wawrinka.
El número uno del mundo se mostró muy crítico con el juez de silla del encuentro de este sábado contra el argentino Leonardo Mayer, el francés Pascal Maria, que le señaló una falta de saque por tiempo cuando iba a servir en el segundo set con bola de rotura para su rival.
«No hay partido con él en el que no termine con una o dos faltas de saque», dijo el español, que acusó al árbitro francés de hacer una interpretación errónea de la regla.
«Yo creo que el tenis es un deporte de pensar, si no, nos dedicamos solo a dar raquetazos. No entiendo el deporte de esa manera. Hay unas reglas y hay que cumplirlas, pero es extraño que, dentro de esas reglas, con él (Maria) siempre tenga problemas», dijo.
En los Grand Slam y en la Copa Davis los jugadores tienen 20 segundos para efectuar el saque, mientras que en el resto de los torneos son 25 segundos.
Nadal señaló que cuando le toca Pascal Maria como árbitro ni siquiera acude a la toalla al final de cada punto.
Pese a no estar de acuerdo con la regla, el mallorquín recordó que aceptó la sanción sin protestar.
«Hay árbitros que lo interpretan mejor que otros. Y si no que pongan un cronómetro y ya está, pero yo creo que el tenis es un deporte de pensar, en el que la base es física y mental, pero también estratégica. Si las cosas van cada vez más rápido nos dedicamos a sacar y dar raquetazos, nada más. No es mi idea», indicó.
Pese a estos problemas, Nadal consideró «positiva» su primera semana en Roland Garros, en la que ha llegado a los octavos de final sin haber cedido un set.
Sobre su próximo rival, el serbio Dusan Lajovic, un joven tenista de 23 años y 83 del mundo, afirmó que lo conocía de haberlo visto por la tele.
«Sé que es joven, que juega bien, le he visto en la tele varias veces y estoy seguro que es bueno que lleguen jóvenes fuertes en el circuito, aunque espero que este no esté muy fuerte», comentó sobre el tenista que hasta Roland Garros nunca había superado la segunda ronda de ninguno de los torneos disputados este año.
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