Fotografía facilitada por Mundo Deporrtivo del tenista Rafael Nadal y la nadadora Mireia Belmonte (d), que han sido elegidos mejores deportistas españoles de 2013 en la 66 edición de la Gran Gala de Mundo Deportivo. | Pep Morata

Rafael Nadal, número uno del tenis mundial, confesó que en la final del Abierto de Australia, que perdió frente al suizo Stanislas Wawrinka, vivió «la peor hora y media en una pista de tenis» y anunció que regresará al equipo español de Copa Davis para la eliminatoria por la permanencia en el Grupo Mundial.

«Sabía que no tenía ninguna opción de ganar (en la final de Australia), pero no tuve intención de retirarme. Fue la peor hora y media que he pasado en una pista de tenis», declaró anoche Nadal a la cadena COPE.

Con respecto a la Copa Davis, Nadal anticipó que, si no hay lesiones, estará en septiembre ayudando a España a mantenerse en el Grupo Mundial.

«Faltan muchos meses para ello», advirtió, «pero te voy a ser claro: confiaba estar en estos cuartos de final. Mi ilusión era competir para ganar esta Copa Davis. Evidentemente, en esa primera eliminatoria no me daba, no podía estar, pero si no hay ningún contratiempo ni ninguna lesión, sí que tengo toda la intención de estar en la eliminatoria para ayudar al equipo a mantenernos en el Grupo Mundial. Y espero poder ayudar el año que viene a tener opciones de volver a ganar».

Torneo de Buenos Aires

Nadal no ha decidido todavía si participará la próxima semana en el torneo de Buenos Aires. «Estoy bien. Hoy he pasado otra revisión y he seguido con el mismo tratamiento desde que volví de Melbourne. Aún no he tocado pista ni he hecho ningún tipo de ejercicio, he estado sólo reposando y he intentado hacer la rehabilitación adecuada para volver a estar en pista lo antes posible, que mi intención es estar el jueves».

«Y a partir de ahí», apuntó, «jueves y viernes voy a entrenar y depende cómo sintamos la evolución, con mis sensaciones y también la opinión de los médicos, decidiremos si podemos empezar en Buenos Aires o tendremos que esperar al siguiente».

Nadal reconoció que le ha costado un poco más que de costumbre asimilar la derrota de Australia: «El alma siempre está bien. Sería bastante injusto decir que no estoy bien después de todo lo que me ha dado esta vida. Soy una persona que acepta muy bien las derrotas, siempre lo he hecho, y realmente cuando pasan unas horas no pienso más en ello. Y esta vez me está costando un poquito más».

«Al fin y al cabo», añadió, «era un partido importante para mí y no lo pude competir, o sea que un poquito desagradable lo que ocurrió y anímicamente con ganas de volver a competir, porque la mejor manera de olvidar es competir de nuevo».

«Sí, no te voy a engañar. Fue uno de los peores momentos posibles», afirmó. «Estar enfrente de una final de Grand Slam y 15.000 espectadores, en un partido que vienes bien preparado, aunque el rival también, pero creo que estaba listo para el reto después de haber pasado una semana complicada con la llaga en la mano, de llevar meses preparándome y con este torneo entre ceja y ceja».

«Haber hecho todo lo correcto para llegar al momento que soñaba llegar, en buenas condiciones, y que ocurra eso pues es parte de la vida del deportista, pero mejor si no ocurre habitualmente (risas). Ha tocado así, aceptarlo e intentar seguir creándome opciones para el futuro».

Impotencia

Nadal explicó sus lágrimas sobre la pista de Melbourne: «Por dolor de espalda no hay lágrimas. Dolor de impotencia, de haber llegado hasta ahí y verme inhabilitado para poder competir, evidentemente son momentos complicados de aceptar y más cuando estás en medio de la pista y sabes que no vas a ganar, que no tienes ninguna opción de ganar. Y tampoco tengo la intención de retirarme, porque es una situación complicada y muy desagradable retirarme de una final como esa».

«Un momento que pase ahí complicado, la peor hora y media que he pasado en una pista de tenis por lo que significaba el partido para mí y por el partido en sí, una final de Grand Slam. Pero bueno, eso es lo que ocurre a veces e intenté llevarlo de la mejor manera posible, superarlo bien y terminar bien. Creo que era la única manera de salir al menos con la cabeza alta, que es lo que hice, y aquí estamos», aseguró.

Nadal admite que nunca pensó que podía ganar aquél partido. «Agradecido a toda la gente que tenía esa confianza en mí, pero, sinceramente, gano el tercer set por errores de mi rival. Creo que él en un momento dado tuvo la sensación de que tenía la final ganada, por el estado en que yo estaba, y el set lo perdió él. Yo estuve en la pista, pero el set lo perdió él. Y en el momento que él se consiguió serenar otra vez y jugar un partido normal de tenis, no había partido», concluyó.