Getafe: Ustari; Pablo Pintos, Marcano, Rafa ("Cata» Díaz, min. 57), Miguel Torres; Boateng, Víctor Sánchez; Parejo (Casquero, min.69), Albín, Mosquera (Manu, min. 45); Miku.
Betis: Casto; Isidoro, Miki Roqué, Dorado (Arzu, 62), Nacho; Iriney, Beñat, Salva Sevilla, Emaná (Ezequiel, min. 50); Rubén Castro y Jorge Molina (Israel, min 80).
Goles: 0-1, min. 55: Jorge Molina. 0-2, min. 72: Rubén Castro. 0-3, min. 90: Rubén Castro. 1-3: Casquero, min. 91.
Àrbitro: Clos Gómez (Comité Aragonés): Mostró cartulina amarilla a Rafa (min. 15), Boateng (min. 27), Marcano (min.27) y Albín (min. 86) por parte local y a Iriney (min. 27) y Dorado (min. 48) por parte visitante. Expulsó con roja a Miku después del partido.
El Betis dio una lección de fútbol y humildad al Getafe, que fue eliminado de los octavos de final de la Copa del Rey gracias a un partido espectacular del conjunto andaluz, capaz de remontar el 1-2 de la ida gracias a un gol de Jorge López y a dos de Rubén Castro.
Míchel avisó en el día anterior al choque de que eliminar al Betis iba a ser complicado. También desveló que sus jugadores habían sido advertidos de que no había que confiarse para cerrar la eliminatoria. Algunos parecieron no haberlo entendido. Fue el caso de Dani Parejo, desaparecido sobre el campo. Puesto encima de un altar después del partido ante el Madrid, bajó muchos puntos en un día extraño.
Y es que los intereses madrileños parecieron verse afectados jugar a plena luz del día, a las 12:00, una hora inédita para el Getafe desde hace siete años. Los hombres de Míchel saltaron al campo dormidos y ofreciendo muy malas sensaciones ante el Betis, que, al contrario, dio muestras de querer acometer la heroicidad de remontar un 1-2 ante un club de una categoría superior.
El sistema y los cambios de Míchel favorecieron a los andaluces. El Getafe jugó casi sin bandas, con cinco medios que atascaron la salida del balón, y con un solo delantero, Miku. En los últimos partidos, los de la buena racha, el técnico madrileño sacó dos extremos de los que se pegan a la cal y a dos arietes que se encargaban de rematar las jugadas. Con ese planteamiento, y con seis habituales suplentes sobre el campo, el Getafe naufragó hasta ahogarse.
Fue el portero Oscar Ustari, sustituto de Jordi Codina en la Copa, el encargado de ofrecer un recital con el que sostuvo a su equipo durante el primer acto. El argentino sacó hasta siete disparos rivales, alguno de ellos muy difíciles de parar. Emaná, Rubén Castro y Salva Sevilla probaron fortuna y acabaron marchándose desesperados al vestuario con el arsenal de intervenciones de Ustari.
Desde su posición, el guardameta que fue internacional por Argentina pudo ver como sus compañeros, en 45 minutos, no dispararon ni una vez a portería. Fue Pedro Mosquera, con un tiro desde fuera del área que salió rozando la escuadra de Casto, y con una volea que rozó el poste izquierdo del portero del Betis, el único que inquietó a los verdiblancos.
Precisamente fue Mosquera el primer sustituido para arreglar un desaguisado que se torció aún más cuando Jorge López por fin acertó a batir a Ustari a los diez minutos de la reanudación. Con Manu del Moral sobre el campo, el Getafe tampoco despertó de su letargo. Eso sí, por lo menos, el jerezano dio algo más de profundidad a los suyos.
Pero, aparte de un cabezazo de Miku que paró Casto, el Getafe no hizo nada más. Fue un espectador del baño que le dio el Betis, que nunca renunció a una remontada que culminó con dos goles de Rubén Castro. Ustari, en los segundos 45 minutos, no pudo ejercer de héroe y al final hubo justicia y el Betis jugará los cuartos de final ante el Barcelona.
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