El Palma Arena fue testigo de un nuevo éxito de Toni Bou (Montesa). El piloto de Piera extiende su leyenda, y se hace más grande, toda vez que ayer consiguió proclamarse por cuarta vez consecutiva campeón del mundo de Trial Indoor, imponiéndose a la vez en la última manga, que tuvo al velódromo de Ciutat como escenario, bajo la organización de 100 Emocions.
Bou llegaba con una notable ventaja a la prueba decisiva del Mundial 2010 respecto a Albert Cabestany, y su presencia en la final le aseguraba la corona. Bou no dejaba margen para la sorpresa, y además, se imponía a sus adversarios con holgura. Sus seis puntos le convertían en rey de la prueba mallorquina y nuevo campeón mundial, estrenando su palmarés en 2010, tras haberlo ganado todo en 2009. Así, el catalán, con su séptimo título mundial de trial, atrapa al mítico Jordi Tarrés en el ránking de campeones.
Por detrás de Bou, Cabestany se conformaba con una trabajada segunda plaza, con doce puntos en su casillero particular, lo que le daba a su vez el subcampeonato. Jeroni Fajardo se dejó ver de forma ostensible, siendo tercero, por delante de un James Dabill que comparecía en el Palma Arena con la tercera plaza del Mundial en el horizonte.
A la postre, Bou dejó cerrado el título mundial, por delante de Cabestany y Adam Raga, quienes completaron un podio netamente español en perjuicio del británico James Dabill, que logró meterse en la final, pero que no pudo neutralizar la ventaja que Raga poseía antes de llegar al Palma Arena, que se postula como escenario del Mundial de Trial Indoor en su edición de 2011 tras contar con el respaldo de un público que respondió a la llamada de mejor trial del planeta, poblando las gradas del velódromo mallorquín, un escenario valorado por la FIM, y que en la noche de ayer se convirtió en epicentro del motociclismo mundial por espacio de unas horas en las que la capital mallorquina fue juez de la primera corona mundial del calendario internacional.
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El mejor trialero fue Sergi Mesquida Vilaplana