El técnico ibicenco Vicent Martínez estuvo la semana pasada en tierras danesas para recibir una formación en una de las mejores escuelas del mundo, la Odense Badminton Academy, que dirige el entrenador Lennart Engler, toda una eminencia del bádminton. Unos días en los que Martínez pudo disfrutar de una gran experiencia y regresar con la cabeza llena de nuevas ideas que aplicar en la isla. Allí también estuvo el técnico del Bádminton Ibiza Ernesto García, este como responsable de la tecnificación del bádminton español.

La participación de Martínez en este curso se produjo porque le concedieron una de las dos becas que había disponibles dentro del programa que está lanzando la Federación Española de Bádminton para impulsar la formación y el desarrollo de técnicos nacionales a través de entrenadores expertos del extranjero.

Martínez destacó que esa inquietud por querer mejorar «refleja el trabajo que hacemos en el Bádminton Ibiza, donde a pesar de que los resultados son muy buenos, no nos queremos relajar, ni dormirnos. Somos ambiciosos y uno de los secretos es que los técnicos nos sigamos formando y seamos capaces de readaptarnos y empaparnos de los conocimientos de los mejores entrenadores que hay a nivel mundial».

En este sentido, el técnico ibicenco reconoció que en los últimos 10 años el bádminton español está creciendo mucho, consiguiendo resultados internacionales en categorías inferiores, algo que nunca se había hecho y donde el bádminton insular está siendo muy protagonista. «El trabajo que se hace en España no está muy lejos de lo que se hace en Dinamarca o Francia, que son los referentes en Europa. Al final, la diferencia, como ya nos imaginábamos es cultural. Estar allí nos ha permitido ver esto, allí hay muchas licencias y gracias a esto ellos se pueden permitir trabajar sin prisas, trabajar más en el largo plazo porque saben que los resultados van a llegar. Ellos apenas compiten a nivel internacional con deportistas jóvenes. Es muy diferente a lo que se ve en España. Allí, cuando entran en la universidad, reciben una ayuda económica para poder compaginar y creo que ahí está la gran diferencia. Nuestros deportistas cuando alcanzan la mayoría de edad, empiezan a centrarse más en los estudios o necesitan trabajar. Entonces ellos empiezan a destacar a partir de sub-23», explicó.

Unas bases sólidas

Por último, Martínez señaló: «Los resultados son importantes y avalan el trabajo de los últimos años, pero venimos de Dinamarca con una idea más relajada de intentar asentar unas bases con más calidad para que nuestros deportistas puedan explotar cuando lleguen a los 16 o 17 años. Es probable que podamos perder algunas medallas en categorías inferiores, pero nos estamos planteando que es más importante que los deportistas tengan un periodo de más años haciendo deporte. Esa va a ser nuestra filosofía, sentar unas bases más fuertes y de más calidad, intentando que el desarrollo del deportista sea con vistas al largo plazo».