La primera mitad estuvo muy abierta, con ocasiones para ambos bandos. Al cuarto de hora de juego, los unionistas tuvieron el 0-1 en una clarísima doble ocasión. Primero, Arturo vio cómo entre un defensor y el larguero evitaban bajo palos que su remate de cabeza acabase en gol. El rechace le llegó a Cedric, que también golpeó con la testa el esférico y se topó con una intervención milagrosa del portero. Que la pelota no hubiese acabado en la portería era tan increíble como cierto.
La insistencia celeste no acabó ahí. Un minuto después, el exterior del palo se opuso en un lanzamiento lejano de Eugeni, que se tiró al suelo impotente por lo que acababa de suceder.
Perdonar es algo que se suele pagar en el mundo del fútbol. Y el Castellón, campeón de la categoría y nuevo equipo de Segunda División, no es precisamente el mejor rival al que perdonar la vida. De hecho, se puso las pilas, disfrutó de un par de ocasiones muy claras en las que Reynet se lució y acabó por ponerse por delante en el marcador al filo de la media hora de juego. Raúl Sanchez, en el minuto 28, sólo tuvo que empujar la pelota a la red en boca de gol tras un pase lateral de Lottin desde la izquierda. El extremo pedía perdón en la celebración por su pasado celeste.
No pintaban bien las cosas, pero se produjo un giro de guion en un visto y no visto. En el 36, Suleiman, de lo mejor de la Udé en este choque, dejó atrás a Borja Granero y este le derribó por detrás cuando se disponía a encarar el área. El árbitro le mostró la tarjeta roja. El Castellón se había quedado con uno menos y, además, vio cómo el conjunto de Onésimo Sánchez empataba la contienda poco antes del descanso. El propio Suleiman recibió un balón largo de Rubén Díaz y, con un control orientado, encaró en solitario al portero, al que batió con un disparo raso ajustado a palo.
De esta forma, la UD Ibiza se marchó al descanso con mejores sensaciones que su rival. Había nivelado el marcador e iba a jugar toda la segunda mitad en superioridad numérica. Mejor, casi imposible.
La Udé salió al campo decidida a buscar los tres puntos. A los cinco minutos, Cedric rozó la remontada tras cabecear una falta de lateral de Eugeni, pero Gonzalo metió una mano espectacular para evitar el tanto. En la contra, Douglas dispuso también de una buena oportunidad para marcar, pero Reynet taponó bien su disparo.
Si alguien dominaba y quería ganar, ese era el cuadro visitante, que encontró premio en el minuto 54. Cedric, esta vez sí, marcó un auténtico golazo de cabeza. Remató a la escuadra un centro de Arturo desde la izquierda para dar la vuelta al tanteador.
Onésimo Sánchez advirtió a su llegada que quiere un equipo que busque constantemente el gol y que si va ganando por dos tantos debe buscar el tercero. Y eso fue lo que hizo. Para empezar, retiró a Eugeni del campo para dar entrada a otro delantero: Obolskii. Un minuto después de la sustitución, Suleiman firmó su doblete particular y selló el 1-3. El extremo envió a la red un rechace en el área tras un saque de banda en largo de Javi Jiménez.
Ahí se acabó el partido. Con uno menos en el campo, el cuadro orellut no encontró la forma de reaccionar ante una Udé que se sentía muy cómoda en el campo. Ambos equipos realizaron cambios para mejorar sus prestaciones, pero lo cierto es que el rumbo del partido no varió lo más mínimo y la UD Ibiza incluso pudo aumentar su renta en un mano a mano de Suleiman contra el portero que acabó con el balón en el palo. Finalmente, el duelo acabó con 1-3 en el luminoso y la UD Ibiza se dio así una inyección de confianza de cara a esta recta final de campeonato.
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