Vizuete apostó por una defensa con tres centrales y carrileros, un plan que parecía funcionar y los primeros minutos fueron de dominio local, eso sí, sin ocasiones de gol. Un par de acercamientos locales fueron lo más destacable de los primeros 15 minutos en los que no ocurrió demasiado. El primer aviso de cierta seriedad llegó en el 17, pero el disparo de Ballarín no encontró portería.
El dominio del juego era totalmente peñista. Al Espanyol B le costaba mucho salir con el balón jugado y cuando lo hacía, no encontraba el último pase. Estaba cómodo el equipo de Vizuete sobre el terreno de juego aunque el tiempo iba pasando y las ocasiones no llegaban. Tovar la tuvo cuando se cumplía la media hora, pero su disparo fue bloqueado por un defensor y el balón acabó en saque de esquina.
El buen hacer de los ibicencos se transformó en el marcador en el minuto 44. Salinas aprovechó un balón en el segundo palo en una acción de estrategia que el filial catalán no acertó a despejar para mandarlo al fondo de la red y poner el 1-0 en el marcador. Era el primer disparo entre los tres palos de todo el partido.
La segunda parte arrancó con susto. Sergio Rivares se elevó más que nadie y cabeceó al palo para fortuna de un Edu Frías que ya estaba completamente batido. La respuesta llegó un par de minutos después con un tiro de Ballarín que atrapó Iker Venteo.
El Espanyol B había salido con otro aire y en el 57 aprovechó una rápida transición para dejar en el mano a mano a Ian Forns que definió con tranquilidad para poner las tablas en el marcador. Tras el gol, Vizuete reaccionó y dio entrada a Torices por Gonzalo Pereira.
El partido había cambiado y tenía mucho más vértigo. Había idas y vueltas y la sensación de que el segundo podría llegar en cualquiera de las dos porterías. Eso sí, ahora era el conjunto de Manolo González el que llevaba el peso del juego. Habían cambiado las tornas.
Llegaron malas noticias para la Peña en forma de lesión. Ballarín se fue al suelo con un problema aparentemente muscular y tuvo que ser retirado en camilla. Momento en el que Vizuete aprovechó para quemar todas sus naves y agotar sus cambios. Quedaban 15 más el descuento.
En el 79, Madrigal tenía una doble ocasión. Primero cabeceó al larguero. La jugada siguió tras el rechace y un nuevo centro lateral volvió a rematar de cabeza para encontrarse con una buena parada de Iker Venteo que estaba en el sitio. Oportunidad clarísima para los ibicencos, que lo estaban intentando en el tramo final del encuentro.
Los dos equipos lo intentaron hasta el final, pero sin precisión, más voluntad que fútbol y tras cinco minutos de añadido el empate se confirmó. La Peña vuelve a puntuar tras dos partidos cayendo ante sus rivales.
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