El Class Bàsquet Sant Antoni inicia este fin de semana su tercera temporada consecutiva en la LEB Plata, en la que la ambición es máxima en la entidad ibicenca. El proyecto sigue en marcha con unos cimientos firmes, con un crecimiento estructural continuo y con ilusiones renovadas en el apartado deportivo. El primer capítulo de la nueva aventura será este sábado visitando la pista del Gran Canaria B. Una parada inicial de una exigente campaña 23-24, en la que el sueño es intentar llegar al final del camino con opciones de lograr el ascenso a la LEB Oro.
De momento, el bloque ibicenco ha jugado dos veces el playoff para subir a la segunda categoría nacional, pero no ha conseguido pasar la ronda inicial. En la primera intentona el verdugo fue el Clavijo, mientras que en la segunda los isleños se toparon con el Ponferrada. Ahora, con David Barrio como técnico (que precisamente ha llegado desde Ponferrada), el Sant Antoni quiere soñar de nuevo en grande. Con una plantilla en la que se mantuvo parte de la columna vertebral de proyectos anteriores, a la que se han añadido jugadores de mucha calidad, en la entidad no renuncian a nada.
«En el club, como institución, estamos muy ilusionados en la nueva temporada. Se ha dado una vuelta más de tuerca a este proyecto, que crece de forma gradual pero segura año tras año. En este hemos hecho una apuesta, quizás la más significativa, desde que iniciamos hace ya tres años esta aventura profesional. Fue como tirarnos a un abismo que no conocíamos, pero que supimos solventar», explica Marcos Páez, vicepresidente del club,que insiste en que se ha dado «el salto más grande que se ha podido dar».
«Las expectativas son máximas. Creemos que se ha hecho una inversión, no solamente a nivel deportivo sino de todas las áreas, acorde para mejorarlo todo. Para conseguir, si en algún momento se diese la circunstancia de tener al club en una categoría superior, que la estructura sea la adecuada. Nuestro máximo anhelo es el ascenso a la categoría de LEB Oro», destaca.
«Expectativas máximas»
En cuanto a las expectativas deportivas, son «máximas», lo mismo que «la ambición» y «la ilusión». «Pero siempre sabiendo que esto es deporte y que hay muchas variables que son las que te van a marcar al final el resultado en el mes de mayo», añade Páez, que también comenta la situación del CB Sant Antoni a nivel social: «Estamos trabajando muy duro. De una manera muy emocional, con la empatía con nuestros aficionados, jugadores de cantera y el resto de canteras de la isla. Todo para que sigan enamorados de este proyecto, que creemos que alberga a todo tipo de seguidor que tenga ganas de venir a pasar unos sábados de gran pasión y de una oferta muy completa para familias enteras. Cuando salen de Sa Pedrera nos dicen que han pasado una tarde maravillosa. Queremos crear ese vínculo emocional que se sustente en el baloncesto. Y en eso seguimos».
Por otra parte, Páez también hace una seria demanda a las instituciones insulares y autonómicas: «Creemos que nuestra estructura está muy cerca de la de un club de LEB Oro. Pero necesitamos que las instituciones estén con nosotros. Si no a nivel económico, porque sabemos hasta dónde llegan y quieren llegar, sí a nivel estructural nos tienen que ayudar a generar instalaciones con capacidad, con calidad y con la posibilidad de que tengamos unas herramientas para generar nuestros recursos, llámale publicidades dinámicas o estructuras adicionales. Es lo único que pedimos. Es una forma diferente de ver el sostenimiento de los clubes a día de hoy», sentencia el vicepresidente del club de Portmany.
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