Romo, durante la rueda de prensa previa al partido contra el Atlético de Madrid B.

Guillermo Fernández Romo, entrenador de la UD Ibiza, quitó hierro a la suspensión del partido UD Ibiza-Real Murcia, que no se pudo celebrar por unos problemas en el aeropuerto de Ibiza que retrasaron muchos vuelos. «Nadie tiene la culpa de que se averiara un avión; ni nosotros ni el Murcia», dijo el míster, que dejó claro que no jugar el partido «no nos ha perjudicado ni beneficiado».

«No siento que nos haya perjudicado ni que nos haya perjudicado. No se juega y hay que cortarlo. Hay que pensar siempre en el siguiente, igual que cuando fallas durante un partido pues ya tienes que pensar en la siguiente jugada. No se ha podido jugar por una fuerza mayor. No tengo sensación de que esto sea a favor o en contra», prosiguió.

En cuanto a la nueva fecha, que se rumorea que podría ser en octubre, indicó: «Nos gustaría jugarlo lo antes posible y creo que ellos también. Es un tema de encajar fechas. Entiendo que la Federación Española dictaminará una fecha y, a partir de ahí, nos toca aceptarla».

Noticias relacionadas

Sobre el rival del sábado, el Atlético de Madrid B, indicó: «Espero una muy buena versión de ellos. Este tipo de filiales tiene gente joven. Alguno juega la Youth League o va convocado con el primer equipo. Cada partido que pasa se hacen mejores porque cogen experiencia en la categoría. Me espero un partido difícil con una buena versión de ellos. Es un equipo con mucho peso en sus jugadores de ataque, con buenos centrocampistas y defensores. Nos van a obligar a hacer las cosas muy bien».

En cuanto a esa posible sobrecarga en los jugadores colchoneros que compatibilizan el primer equipo o la Youth League con la Primera RFEF, dijo: «Los jugadores jóvenes no se cargan. Tienen energía para jugar y están preparados par ello. Están preparadísimos para cambiar rápidamente de un contexto a otro y hacerlo bien. Tenemos que centrarnos más en nosotros, en ver qué equipo podemos sacar».

En esta línea, sobre la posibilidad de seguir haciendo muchas rotaciones como en la jornada anterior, comentó: «No tengo eso como idea. Los jugadores tienen que jugar. Hay que ir viéndoles compitiendo y había mucha diferencia entre jugar en Alcoy o en otro sitio. Fue una idea mía que no tiene nada que ver con los siguientes partidos. No es hacer cambios porque sí. Tiene que ver con desarrollar el mejor equipo y que los 11 primeros encaminen bien el partido. La aportación de la gente del banquillo también es fundamental y eso tiene que dar importancia a la plantilla, al colectivo y a lo que va pasando en el partido. El partido se cierra con otros jugadores y tienen que estar igual de preparados que los del inicio».