El encuentro comenzó con igualdad, con dos equipos que querían tener el balón. Eran los ibicencos los que llevaban el peso, pero sin encontrar la portería de Fortuño. Tampoco lo hacía el Espanyol B y así se pasaron los primeros 15 minutos sin que hubiese ni un solo disparo entre los tres palos. Sólo un chut de Cristeto que se fue por encima de larguero y un par de incursiones por banda del filial periquito.
En el 17, Fraile tuvo el gol en un mano a mano con Fortuño, pero el guardameta local le ganó la partida. Difícil tener una ocasión más clara, pues le mediapunta había recibido completamente solo tras romper en profundidad. Poco después era Kenneth el que tenía el mano a mano tras un despeje de Cámara. El disparo del extremo se fue por encima de la portería.
A la media hora, pudo marcar la Peña en una acción de Roger, cuyo disparo se estrelló en el cuerpo de un defensor cuando iba directo al fondo de las redes. Tras el rechace, en un segundo disparo, se reclamó penalti por una posible mano.
El descanso llegó con los mejores minutos de los de Santa Eulària que se estaban acercando peligro a la portería de Fortuño, pero sin obligar al portero a intervenir. 0-0 y todo por decidir para el segundo acto.
En la segunda parte el Espanyol B salió bien y en el 52 se adelantó. El juvenil Javi Hernández arrancó con el balón, se la cedió a Kenneth en la banda izquierda y este puso un buen centro al primer palo para que el propio Javi Hernández rematase de primeras con el pie para superar a Edu Frías.
El gol hizo muchísimo daño a la Peña. Si fuese un combate de boxeo se podría decir que estaba KO. El balón no le duraba y los locales buscaban el segundo. El gol estuvo a punto de llegar con un remate acrobático de Becerra que se marchó cerca del palo de Frías.
Manolo González dio entrada entonces a Chema Moreno que se hizo grande en el juego de espaldas, dando soluciones y haciendo que el equipo mejorase y se quitase esa presión del filial barcelonés.
La mejor de los ibicencos en este segundo tiempo llegó cuando se entraba en el último cuarto de hora del partido. Barrero, que llevaba unos minutos en el campo, recortó dentro del área y desde una posición peligrosa, cruzó demasiado el balón. Poco después, el remate de Montero se iba lamiendo el palo. Empezaba apretar la Peña.
Los de Manolo González apretaron hasta el final, murieron con todo, cargando el área de Fortuño, pero sin acierto. No pudo ser. Los de Santa Eulària se regresan de Barcelona de vacío. Quedan 12 puntos para seguir soñando y apretando. El próximo contra el líder, el Teruel.
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