El andaluz piensa que una de las virtudes del Cedé fue ser «una familia», pero piensa que hay aspectos que mejorar: «A la hora de competir nos ha faltado que la euforia no dure siete días y no ser un cementerio cuatro días cuando se pierde un partido. Hay que saber manejar las emociones y estamos trabajando para ello».
«Estamos muy ilusionados. Va a ser un año muy bonito e ilusionante. Vamos a vivir periodos de dificultad y de grandes partidos, pero, a partir de ahí, hay que ser lo más regulares posible. Ese año nos ha enseñado muchas cosas y seguro que iremos a más», continuó.
A la pregunta de si la meta este curso es acceder a ese playoff que se le escapó in extremis, respondió: «Sí. Nosotros entendemos que hay que respetar a los clubes, porque los hay muy grandes en la categoría. Esto no va a ser fácil. Queremos mejorar los resultados de este año y trabajamos para ello, pero el mercado está muy difícil. Nos creemos que por ser el Ibiza vamos a ganar sin salir del vestuario. Tenemos que ser prudentes e ir poco a poco, día a día».
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