Justicia. Eso es lo que reclama el Club Bàsquet Puig d'en Valls después de que el comité arbitral de la Federació de Bàsquet de les Illes Balears (FBIB) ofreciera una resolución que consideran «incompleta» sobre lo sucedido durante el encuentro de la jornada anterior entre el equipo ibicenco y el Sant Josep Obrer.
De hecho, el conjunto de Juan Mayans posó ayer con una camiseta que portaba la palabra «justicia» antes de comenzar su enfrentamiento contra el Sporting Full Equip Molinar, al que doblegó por 46-84. Este resultado mantiene a las pitiusas en la pelea por acceder al playoff.
Desde la entidad ibicenca lamentan que el comité no haya cerrado el caso y sólo se haya pronunciado sobre una parte, precisamente esa en la que el PDV no puede aportar pruebas y por la que se ha aplicado la normativa sancionadora en función del informe arbitral. Esto ha supuesto que dos jugadoras fueran castigadas con uno y cuatro partidos. También ha sido sancinado el entrenador, al que le han caído tres encuentros. No hay que olvidar que todo ello conlleva también una serie de sanciones económicas para el club.
Sin embargo, la resolución, que se puede apelar hasta hoy, deja en el aire todo lo que atañe a la suspensión del partido. Eva Yepes, coordinadora del club, afirmó ayer que se trata de «un expediente incompleto». En este sentido, la entidad ibicenca dejó claro que «si lo de la suspensión se resuelve a nuestro favor, para lo que hemos aportado pruebas, se tendría que poner en duda el resto del informe». «No tienen claro cómo resolverlo», añadió.
Yepes lamentó que no se haya accedido a su petición de suspender cautelarmente las sanciones hasta cerrar el expediente por completo, lo que dejaba mermado a su equipo en el día de ayer. Pese a todo, incidió en que el PDV luchará hasta el final por defender su honor y «hacer justicia». De momento, su indignación es total.
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