El Benidorm demostró que no venía de paseo desde el primer minuto y la primera pequeña ventaja fue suya (0-2) con dos goles de Calle. Los ibicencos no le perdieron la cara al partido y logró empatar el encuentro pasado el minuto cinco, después de que los alicantinos no marcasen en tres ataques consecutivos.
Una falta en ataque de Iriarte privó a los ibicencos de ponerse por delante por primera vez en el partido. Un error que castigó Benidorm para hacer el 3-4 con un ataque rápido. El conjunto de Asobal mostraba la diferencia de nivel y una vez que ajustó su defensa puso tierra de por medio (6-10), obligando a Eugenio Tilves a pedir tiempo muerto para buscar soluciones.
Y se encontraron. La defensa mejoró y los pitiusos se colocaron a dos goles (8-10), incluso jugaron para ponerse a uno, pero el portero visitante paró el lanzamiento de Iriarte. Sí se logró acercar con el 11-12 con un gol de Javi Rodríguez tras una buena parada de Broto. El Ibiza hacía la goma y llegó vivo al descanso. El 13-15 que reflejaba el marcador mantenía la esperanza.
El segundo acto comenzó con ventaja para los ibicencos, ya que en el primer ataque los árbitros excluyeron a Pepe Oliver. Los locales no solo no aprovecharon la circunstancia, si no que perdió el parcial y el marcador se marchó a 13-17.
Un muro en la portería
Con el paso de los minutos, la figura del portero visitante Franzini se empezó a hacer enorme. Un par de buenas acciones del brasileño se convirtieron en una importante diferencia de cinco goles (14-19).
Tilves quiso frenar esto y gastó otro de sus tiempos muertos para hacer ajustes e intentar volver a meterse en el partido. Parecía tarea imposible porque el guardameta estaba espectacular y los ataques rápidos de Benidorm en los contragolpes eran mortales. Ni si quiera el buen hacer de Gamallo, que salió en el segundo tiempo, permitía que los pitiusos se acercaran a menos de tres goles.
En los últimos diez minutos se entró con una desventaja de cinco goles (20-25) que hacía prácticamente imposible la remontada. El intercambio de golpes hizo que no hubiese milagro, pero sí un final bonito. Tilves dio los últimos minutos a jugadores con menos protagonismo como el joven portero Ezequiel, que incluso paró un lanzamiento de siete metros y otra buena acción.
La derrota no oscurece lo histórico de este encuentro. Por primera vez un equipo ibicenco de balonmano jugó la Copa del Rey y por primera vez un equipo Asobal visitó la isla. Ahora, es turno de pensar en la próxima jornada de liga, cuando los de Eugenio Tilves reciben al Esplugues, último clasificado. Los celestes atraviesan un momento complicado y necesitan una victoria si no quieren verse en la pela por el descenso.
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