El CD Ibiza tiene hoy una cita con la historia. El equipo rojillo se enfrenta a un equipo de Segunda División que, además, marcha en las primeras posiciones: el Tenerife. El conjunto chicharrero se encuentra en la tercera plaza de la Liga SmartBank y llega a Can Misses 3 (CM3) con la vitola de favorito, dispuesto a pasar la eliminatoria ante un Cedé que es consciente de la dificultad de dar la campanada.
El conjunto ibicenco tiene la casi imposible misión de mantener su condición de invicto en CM3. Los pupilos de Raúl Garrido han ganado todos sus encuentros en las instalaciones de la pista de atletismo salvo uno. Tras comenzar la temporada en el exilio (Santa Eulària) con un empate contra el Ebro (1-1), los pitiusos enlazaron tres victorias seguidas frente al Espanyol B (2-1), el Terrassa (3-0) y el Ejea (2-0) antes de empatar sin goles contra el Brea el pasado fin de semana.
Esta dinámica positiva se ve en jaque en Copa del Rey. La superioridad de los tinerfeños es más que notoria, pero sorpresas más grandes se han visto ya a lo largo de la historia de la competición del KO.
El cuadro dirigido por Ramis viene de ganar al Amorebieta por 2-1, rompiendo así una racha de dos reveses seguidos -cayó contra el Eibar por 0-1 y sucumbió ante Las Palmas por 2-1-. En sus filas cuenta con jugadores de gran nivel como Shashoua y Elady, que acumulan cinco goles cada uno. Enric Gallego, Víctor Mollejo y Shaq Moore son otros hombres importantes en un plantel que quiere pelear por el regreso a Primera División, donde se hizo especialmente famoso al privar al Real Madrid de dos ligas en la última jornada de manera consecutiva (1991-1993).
Raúl Garrido, entrenador del Cedé, es consciente de la dificultad de la empresa: «Esperamos un partido muy complicado. Es un equipo de la Liga de Fútbol Profesional y que, además, en su división va tercero. Eso dice todo». Con todo, el míster rojillo sabe que «ellos tienen una plantilla de 29 jugadores y seguramente harán cambios, pero igualmente jugarán con gente de mucho nivel».
Esto, unido al hecho de la condición de invicto como local de los rojillos, abre una pequeña puerta a la esperanza: «Estamos muy bien en casa, desarrollando el juego que tenemos que desarrollar. Somos conscientes de que el rival está dos categorías por encima y que tiene la obligación de pasar la eliminatoria. Nosotros vamos con esa ambición de poder dar la sorpresa, pero siendo más que nada una ilusión, no una obligación como la que tienen ellos».
Luis Miguel Ramis, preparador del Tenerife, no piensa tirar la Copa: «Tenemos la ilusión de pasar rondas e ir partido a partido». Con todo, no quiere excesos de confianza: «Todo cuesta mucho y el rival competirá y peleará, aunque sea de otra categoría. Hay muchas pruebas cada temporada, tenemos máxima confianza, pero no nos podemos dejar ir y pensar que lo tendremos sencillo».
El preparador del cuadro chicharrero reconoció que habrá cambios en su once inicial: «Lo normal es que se produzcan cambios en el once respecto al partido anterior. Es verdad que nos encontramos limitados por el número de fichas no profesionales que pueden estar en el campo, y eso condiciona. Tenemos que ajustarnos a esa norma haciendo un equipo competitivo».
Salga quien salga, la superioridad de los visitantes es obvia. Con todo, eso no priva al CD Ibiza de soñar y, sobre todo, disfrutar de un partido que será una fiesta independientemente del resultado, un «premio al trabajo realizado por el club todo este tiempo», como apuntó Garrido.
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