Ambos equipos saltaron al terreno de juego con bastantes modificaciones con respeto al duelo anterior. Y era lógico en una semana con tres partidos en liza, en la que la gestión de la plantilla es importante para dosificar esfuerzos. Los celestes presentaron un once con cuatro cambios, uno de ellos forzado por la lesión de Javi Pérez, mientras que los madrileños ofrecieron seis.
Entre las novedades se encontraba Javi Lara, clave en la temporada del ascenso, y el cordobés le devolvió la confianza al míster en forma de gol. Poco más de siete minutos necesitó el mago unionista para desnivelar la balanza. El centrocampista, tras un balón al palo de Castel, recogió el balón en el área, levantó la mirada y puso el esférico donde duermen las arañas con un disparo en parábola al segundo palo. Gol, no; golazo.
Los visitantes no se amilanaron y buscaron la réplica antes del ecuador de este primer periodo por mediación de Anderson. El brasileño recibió un gran balón en profundidad de Mbia, pero disparó raso a la posición de Germán.
El futbolista cedido por el Tsarsko Selo búlgaro no perdonó la siguiente que tuvo. A los 39 minutos, otro balón profundo, esta vez de Cristóbal, lo elevó por encima de la salida del meta local tras ganarle la partida en velocidad a Rubén. Otro golazo. Anderson incluso rozó la remontada en el tiempo de descuento, pero llegó muy forzado y en posición escorada a un remate que se marchó por la línea de fondo en la última acción reseñable del primer tiempo.
La segunda mitad se reanudó con un cambio: Pedro León por Konaté. Los visitantes tenían cuatro jugadores amonestados y José Luis Oltra minimizaba así las opciones de sufrir una expulsión al tiempo que aportaba más calidad al terreno de juego. Sin embargo, el decorado no cambió lo más mínimo, con dos equipos que no hallaban la forma de crear peligro con facilidad.
Con todo, cualquier acción aislada puede romper un partido y eso fue lo que hizo la UD Ibiza, romperlo gracias a un tanto de Goldar con suspense incluido. El remate del central no quedó claro si había superado la línea, pero el juez de línea vio que fue así y subió al marcador al filo del cuarto de hora de la reanudación.
El Fuenlabrada movió el banquillo con un triple cambio para dar otro aire a los suyos. En un partido con tan pocas ocasiones, necesitaba algo que cambiara la dinámica del choque. De hecho, tuvo el empate en el minuto 70 en un inocente penalti cometido por Appin sobre Dago cuando intentaba despejar de chilena. La figura de Germán Parreño, que ya fue crucial en el choque anterior, emergió para despejar el lanzamiento de Pedro León y mantener a la Udé por delante en el marcador. Qué paradón realizó el cancerbero estirándose a su derecha.
El meta lo celebró con la grada celeste con el puño cerrado, consciente de que esa parada podía valer tres puntos. Y así fue. Nono, en la recta final, se encargó de ratificarlo tras una cabalgada para el recuerdo de Ekain. El vasco le robó la pelota a Mbia, que desde el suelo ni siquiera pudo frenarle con la mano, se hizo un autopase ante su marcador y cedió la pelota al ex del Tenerife, recién incorporado al campo, para subir el definitivo 3-1.
De esta manera, la UD Ibiza pone fin a su primera crisis en Segunda División tras haber cosechado uno de los anteriores 12 puntos. La sonrisa vuelve al equipo celeste. La felicidad retorna a Can Misses.
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