Existen una serie de requisitos obligatorios para poder competir en la categoría de plata del fútbol español, a la que ha accedido el conjunto celeste tras su histórica temporada 2020-21. Son diversas las exigencias, así como las obras que se deben efectuar en dicho recinto futbolístico. De momento, desde el lunes se están llevando a cabo tareas de desmontaje de las grada supletorias. La del fondo sur ya ha sido completamente eliminada y ayer se iniciaron las mismas labores en el fondo norte.
Tal y como indica el Reglamento General de la Liga Nacional de Fútbol Profesional en el capítulo primero de las obras en general para clubes y sociedades anónimas deportivas de nueva incorporación, el club ibicenco está «obligado en el plazo de dos años desde su incorporación a adaptar sus instalaciones y recintos deportivos a las medidas de seguridad, prevenidas reglamentariamente, de forma que, entre otras, cuenten con localidades numeradas y de asiento para todos los espectadores, debiendo presentar el proyecto de obras a realizar antes del inicio de la segunda temporada desde su incorporación y que, una vez contratadas, deberán ser ejecutadas antes del inicio de la tercera temporada de permanencia en el nivel profesional de la competición».
También debe acreditar el «título de propiedad sobre el recinto deportivo» o «el convenio de uso» firmado entre el club y la propiedad del recinto deportivo. Dicho convenio es el que están gestionando actualmente el Ayuntamiento de Ibiza y la UD Ibiza y del que siguen sin haber novedades. Todo hace indicar que se le otorgará «exclusividad» de uso a la Udé y que el CD Ibiza será acomodado en otra instalación. Además, el campo de césped que circunvala la pista de atletismo anexa tiene todas las papeletas para convertirse en el terreno de entrenamiento del primer equipo unionista, lo que también podría afectar a otros clubes como los de rugby y atletismo.
Una vez se apruebe la concesión y ya con las gradas supletorias retiradas, el siguiese gran sería el de la instalación de césped natural. Y es que el artificial no está permitido en Segunda División. La capacidad del estadio, como avanzó este rotativo, será de 6.000 espectadores. El recinto también necesitará nuevas torres de luz, la remodelación del vestuario visitante, la instalación de videoarbitraje y unas nuevas cabinas de prensa, taquillas y tornos.
«Los ‘botellones' son un grave problema»
El gerente de la Asociación Ocio de Ibiza (AOI), José Luis Benítez, mostró su preocupación por la proliferación de botellones entre los más jóvenes, «que lo hemos visto en otras ciudades, pero que aquí también se está produciendo», un comportamiento que constituye «un grave problema». «Se deberían controlar más estos focos de inseguridad, así como las fiestas ilegales que se están celebrando en algunas villas», afirma Benítez, que asegura que la patronal denuncia «todas las ilegalidades que nos llegan».
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