El partido más importante de la historia

Hay días que están marcados en el calendario y, aunque se desconocía la fecha, esta jornada está en la hoja de ruta celeste desde hace mucho tiempo. Desde que desembarcó en la isla Amadeo Salvo para poner en marcha este proyecto, el objetivo siempre fue el mismo: ir subiendo categorías para alcanzar el fútbol profesional y seguir creciendo como entidad.

Tras dos años en categoría Regional y uno en Tercera, la primera aventura en Segunda B se quedó a las puertas del playoff. Con Pablo Alfaro en el banquillo, en la segunda tentativa el equipo cayó en la primera eliminatoria contra el Cornellà. Un duro golpe que no frenó un proyecto que, ahora sí, tiene su gran oportunidad en la final. Se dice que a la tercera va la vencida y en el seno del equipo tienen claro que este año será así.

Enfrente tendrán al UCAM Murcia, otro de los proyectos más potentes de la categoría. El equipo católico dominó su grupo durante la primera fase y solo una mala racha en la fase por el ascenso permitió que el Linares le superase en la clasificación y acabasen segundos. Un hecho que ha llevado a que dos de los cocos del fútbol de bronce se vean las caras esta mañana en tierras pacenses.

Tampoco es baladí que la primera posición conseguida por los pitiusos a lo largo de la temporada regular le ha dado un ligera ventaja para esta final. El empate, al igual que en la eliminatoria anterior contra el Real Madrid Castilla, es bueno para los celestes. Eso sí, el conjunto de Carcedo no quiere ni oír hablar de esta posibilidad, ya que intentarán conseguir el ascenso con una victoria. Saben que salir a empatar a 120 minutos, puede ser un error ante un equipo del potencial del UCAM.

Equipo defensivo y rocoso

Sobre el papel, no se espera que el encuentro sea una oda al fútbol. A Salmerón, técnico de los murcianos, le gusta el fútbol físico y batalloso. Aunque tiene un carácter defensivo, lo cierto es que solo han conseguido dejar su portería a cero en siete de los 26 encuentros disputados esta temporada. Un arco que lo guarda uno de los mejores jugadores de su plantilla, el veterano Biel Ribas. Un portero con más de 250 partidos en Segunda División y que tiene por delante una línea defensiva que también cuenta con experiencia en el fútbol de plata.

El UCAM tampoco destaca por ser un equipo muy goleador. Tiene buenos jugadores y el más peligroso en las últimas jornadas es el centrocampista Xemi, que está viendo portería desde la segunda línea. También en las bandas tiene jugadores desequilibrantes y arriba está Jordí Sánchez, un viejo conocido de la afición celeste que destaca por su capacidad física y su pundonor sobre el terreno de juego.

Una de las claves del encuentro estará sin duda en el balón parado. Los dos equipos han destacado esta temporada en la estrategia consiguiendo varios goles en faltas laterales y en saques de esquina. En un partido que se prevé trabado, puede ser el factor diferencial. Pese a las características y al potencial del UCAM Murcia, lo cierto es que la UD Ibiza tiene mejor equipo. Si Carcedo consigue que sus jugadores hagan el fútbol que llevan desplegando esta temporada, no será sencillo, pero habrá muchas posibilidades de cumplir ese sueño. Un ascenso con el que Ibiza lleva soñando mucho tiempo.