Todo hacia indicar que Juan Carlos Carcedo haría más rotaciones de las habituales para este partido una vez asegurada la primera posición del grupo, pero no fue del todo así. El portero Kellyan y el lateral izquierdo Javi Vázquez, que actuó de extremo, fueron las únicas caras nuevas en un once en el que, eso sí, Ekain tuvo la oportunidad de jugar de inicio. El que volvió a ver el partido desde el banquillo fue Javi Pérez, quien, teóricamente, ya se encuentra en perfectas condiciones.
El choque comenzó bajo el guion previsto, con la Udé apropiándose de la posesión del balón. Eso sí, los andorranos, que llegaron a la isla como el equipo con más puntos realizados en las tres primeras jornadas de esa segunda fase, estaban bien plantados defensivamente y los unionistas no hallaban la forma de hacer daño. Los locales se asomaban al balcón del área, pero poner en apuros a Ratti no era tarea fácil. Y es que el conjunto de Eder Sarabia es otro equipazo.
Primer golpe
Sin embargo, el cerocerismo se rompió antes de lo previsto. El cuadro de Juan Carlos Carcedo está exhibiendo una eficacia demoledora en la liguilla actual. Genera pocas ocasiones de gol, pero sabe aprovecharlas. Al cuarto de hora de juego, una combinación sensacional entre Castel y Davo significó el primer tanto del choque. El asturiano se zafó de su marcador con un sutil control orientado y cruzó la pelota al fondo de la red. El millar de espectadores que se dio cita en el estadio de Can Misses gritó con alegría el precioso tanto del extremo.
Desafortunadamente, la fiesta no tardó en aguarse parcialmente. Y no por el hecho de que el equipo visitante empatara, sino por la lesión del central Rubén acto seguido. Carcedo se la había jugado dando entrada a tantos titulares y le pasó factura. El defensa sufrió unas molestias musculares, se dejó caer sobre el césped y tuvo que ser sustituido por Pardo.
El duelo se fue equilibrando cada vez mas con el paso del tiempo. Eso sí, aproximaciones, pocas. Las primeras intentonas del equipo de Eder Sarabia llegaron a partir del ecuador de este primer periodo, con dos disparos sin peligro.
Con todo, en la recta final pudo pasar de todo. Los visitantes pudieron empatar en la ocasión más clara de todo el duelo, un dos contra uno que abortó Morillas cuando David Martín, que podía haber chutado, buscó el pase a Saverio. Ya en el descuento, Javi Lara rozó el segundo en un disparo raso en el interior del área que atajo el guardameta. Su tiro se produjo justo después de que Davo no llegase a cabecear por muy poco un centro de Kike López desde el costado derecho.
Reinicio trepidante
El panorama cambió por completo nada más reanudarse la segunda mitad. El Andorra solamente necesitó 30 segundos para empatar la contienda. Bover, desde la frontal del área, lanzó un disparo ajustado al palo tras una preciosa asistencia de tacón de Riverola. Los andorranos se vinieron arriba y a los cinco minutos metieron el miedo en el cuerpo de la UD Ibiza en una acción que abortó Kellyan con problemas. También Carlos, en el 52, probó fortuna con un chut desde fuera del área.
Eran minutos complicados para el equipo de Juan Carlos Carcedo, que no encontraba su mejor versión y empezaba a verle las orejas al lobo.
El partido entró en una fase de locura y despropósitos. Primero, Kellyan se tragó el bote del balón y Riverola, con la portería desguarnecida, remató sorprendentemente por encima del larguero. Increíble, pero cierto. Perdonó el Andorra y le pasó factura poquito después, concretamente en el minuto 61. Una mala acción defensiva permitió a Castel asistir a Davo, que remató en el área pequeña al fondo de la red a pesar de que Ratti estuvo a punto de despejar la pelota. Segundo de Davo y segundo de la UD Ibiza, que, con muy poquito, se había puesto por delante en el marcador.
El Andorra no se lo podía creer. Estaba siendo mejor y, sin embargo, volvía a estar contra las cuerdas. Carcedo movió el banquillo para refrescar a los suyos. Realizó un triple cambio en el minuto 63: Rodado, Josh Pérez y Javi Pérez por Castel, Javi Vázquez y Javi Lara, respectivamente. Y tuvo que realizar otro en el 70 por unas molestias de Davo, que dejó su sitio a Cirio.
Nada cambió. Los visitantes seguían llevando la batuta, pero la Udé no cedía espacios. Con todo, las ocasiones más claras acabaron siendo para los locales, concretamente para Rodado. El ariete se marcó una jugada a lo Messi pero se le acabó yendo la pelota fuera tras driblar al portero. Luego, encaró el área por velocidad en una contra, pero chutó alto. Por suerte, no hizo falta su gol. El 2-1 se mantuvo inamovible hasta el pitido final y la UD Ibiza sumó tres nuevos puntos en un choque que se cerró con los cánticos en la grada de «campeones campeones, oe, oe, oe».
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