Los integrantes de la Peña, cariacontecidos, como Cruz con la mano en la cara, tras conocer su rival. | Daniel Espinosa

Ni Barça ni Madrid. Mi gozo en un pozo. La UD Ibiza y la Peña Deportiva se quedaron con la miel en los labios en el sorteo de dieciseisavos de final de la Copa del Rey, celebrado ayer en la sede de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) en Las Rozas. El equipo celeste tuvo algo más de fortuna que el peñista y se verá las caras con el Athletic Club el día 20 o 21 del presente mes, mientras que los de Santa Eulària se enfrentarán al Valladolid el 16 o 17, teniendo que aplazar su jornada liguera de Segunda B.

Las plantillas de ambos equipos ibicencos se reunieron para la ocasión. Los de la Villa del Río vivieron juntos el sorteo en el Campo Municipal de Santa Eulària, mientras que los celestes lo vieron en su vestuario del estadio de Can Misses. La euforia deseada por jugar contra alguno de los dos ‘grandes' no sólo del país, sino del planeta, se tornó en un cierto bajón por el sabor agridulce que acabó dejando el sorteo.

Sergio Cirio, capitán de la Udé, y Emilio Butragueño, director de Relaciones Institucionales del Real Madrid, fueron las manos inocentes a la hora de sacar las bolas de los enfrentamientos entre los cuatro conjuntos de la Supercopa de España y otros tantos de la categoría de bronce. El delantero celeste pidió minutos antes del sorteo «alguno diferente» al Barça porque contra él ya habían jugado hace un año. Dicho y hecho. Después de que salieran las bolas del Cornellà y el conjunto barcelonista para dejar cuadrado el primer enfrentamiento, el Buitre mostró la papeleta de la UD Ibiza. Cirio tenía en sus manos el destino del conjunto de Juan Carlos Carcedo. Quedaban las bolas del Real Madrid, la Real Sociedad y el Athletic Club, y esta última fue precisamente la que eligió el delantero.

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Resto de ‘Primeras'

Los otros dos conjuntos de Segunda B que tuvieron la suerte de jugar contra rivales de Supercopa fueron el Alcoyano, emparejado con el Real Madrid, y el Córdoba, que por descarte ya se sabía que le tocaba jugar con la Real Sociedad antes de que se abriera la bola. Faltaban dos escuadras de Segunda B por salir, la Peña y el Navalcarnero, cuyo jugador Juan Esnaider hizo de mano inocente.

El delantero exhibió primero la papeleta del cuadro de la Villa del Río. Todo eran nervios en el bar del Campo Municipal de Santa Eulària por conocer qué ‘Primera' les iba a tocar a los peñistas. Y la suerte les fue esquiva al salir el Valladolid. Las reacciones de los propios futbolistas santaeularienses hablaban por sí solas: cierto desengaño de inicio y aplausos de resignación instantes después. 

Por cierto, al Navalcarnero, último equipo de Segunda B por adjudicar rival, le tocó el Eibar. Así pues, tampoco tuvo precisamente suerte. En el bombo de ‘Primeras' quedaban aún equipos muy atractivos como el Sevilla, el Villarreal, el Valencia y el Betis. El Leganés, el Tenerife, Alcorcón y el Sporting de Gijón fueron emparejados, respectivamente, con los equipos citados anteriormente.