Lo de la UD Ibiza-Ushuaïa Volley es para hacérselo mirar. Ayer volvió a ofrecer una pobre imagen y sufrió lo indecible para apuntarse un triunfo por la mínima (3-2) contra el último clasificado. Fue necesario incluso llegar a la muerte súbita en el último set para decidir quién se apuntaba la victoria ayer en es Viver. Ver para creer.
Los fantasmas del pasado no tardaron en planear sobre el polideportivo ibicenco. Con 12-15 y 16-21 tuvo que pedir tiempo muerto Aitor Barreros, pero no pudo evitar que la primera manga se la adjudicaran los visitantes (22-25).
El segundo set se lo apuntaron los locales, no sin sufrimiento, pues vieron cómo un 10-6 se convirtió en un 10-11 y un 13-16. Los pitiusos reaccionaron e igualaron el global con un 25-20.
El tercer set tuvo alternativas y cambios constantes en el marcador. Con 17-17, un tiempo muerto del Illa Grau para frenar tres puntos seguidos de los celestes dio su fruto. Pasó a dominar por 18-22 y ganó por 20-25.
Se temía lo peor, pero la UD Ibiza-Ushuaïa Volley reaccionó. Se adjudicó la siguiente manga por 25-22 y forzó así el quinto set. En él llegó a ir tres puntos abajo (4-7), pero reaccionó tras un tiempo muerto y se puso por delante (9-8). Ya no se dejó remontar y cerró el partido en su tercera bola de partido. Eso sí, se dejó un punto contra el último en casa, pues los triunfos por 3-2 no suman tres, sino dos. Fue una victoria para olvidar.
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