El partido comenzó con un Campos muy enchufado que en el minuto tres obligó a sacar una gran mano a Adrián para evitar el primero. El gran disparo de Albert, el mejor de los mallorquines, se encontró con una mejor mano del guardameta ibicenco.
Con el paso de los minutos el partido se niveló. El Sant Jordi jugaba con la ventaja de saber que el empate le valía e intentaba salir con el balón desde atrás, pero sin complicarse en exceso. No había problemas en buscar en largo a Tanque para que bajase el balón.
Los mallorquines volvieron a dar un susto al cuarto de hora de juego. Albert intentó sorprender por debajo de la barrera en una falta directa que se marchó rozando el palo.
Quitando esas dos acciones, lo cierto es que los jordiers no sufrieron demasiado en cuanto a disparos se supone. Si lo hicieron cada vez que hubo un balón parado ante el poderío del Campos. Por contra, la oportunidad ibicenca llegó justo antes del descanso. Los verdes pudieron adelantarse en una buena jugada de Jordi Serra que dejó a Daisuke solo contra el portero. El atacante japonés se durmió y la defensa le terminó ganando la partida.
Segundo acto
Tras el paso por vestuarios, los mallorquines salieron mejor plantados al césped de Son Malferit. A los cinco minutos un grave error de Eric, que estuvo impecable en el resto del encuentro, pudo costar caro. El defensa perdió el balón ante la presión del delantero, pero Adrián, muy atento, consiguió abortar el peligro.
El Campos siguió llevando el peso del partido, mientras que el Sant Jordi buscaba una contra que pudiese matar la eliminatoria. En el 63, en una falta lateral el mallorquín Valencia peinó el balón en el primer palo superando a Adrián. Cuando se pensaba lo peor, apareció Tanque para mandar el lejos del área.
Esa fue clara, pero si hubo una jugada en la que el tiempo se paró fue pasado el minuto 70. El delantero del Campos Nené probó suerte con una chilena que se marchó muy cerca de la escuadra de jordier.
Los ibicencos respiraron y comenzaron a jugar con el reloj. Las prisas aparecieron en los mallorquines que jugaban toda su suerte al balón parado. El Sant Jordi pudo matar en alguna contra, pero no lo hizo. Dio igual. Los minutos cayeron. El Campos tuvo la última en una falta que atrapó Adrián sin problemas. Pitido final y un ascenso histórico para el pueblo de Sant Jordi.
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