Llegó como la cenicienta de esta fase de ascenso, sin hacer ruido y como teórica víctima. Pero el sábado hizo ruido –y mucho– y ya no hay quien no tenga en cuenta a la Peña Deportiva en las quinielas para ascender. Superó la primera criba y ya está entre los ocho supervivientes de un playoff que aún debe brindar dos puestos de ascenso en las dos finales que se celebrarán el domingo, donde los peñistas quieren estar presentes.
Hoy, a partir de las 22.00 horas en el mítico estadio malagueño La Rosaleda, los pupilos de Raúl Casañ tratarán de dar la campanada y confirmarse aún más como el equipo revelación de la presente temporada en Segunda División B. De hacerlo, estarían a un único paso del profesionalismo, de una Segunda División en la que ni por asomo nadie creía que pudiera estar cuando comenzó la pretemporada siendo un recién ascendido y sin poder hacer una gran inversión dado su corto presupuesto. A veces, el fútbol te sorprende con estas cosas.
Los de Santa Eulària fueron casi los últimos en llegar –viajaron el miércoles de la semana pasada y la UD Ibiza, por ejemplo, lo había hecho el lunes– y quieren ser los últimos en marcharse. Y si es con el salto de categoría, mejor que mejor. El sueño empezó a tomar forma prácticamente desde el primer minuto de la primera eliminatoria, cuando Fran Núñez inauguró el marcador contra el Marbella en un abrir y cerrar de ojos.
Los marbellíes no podían creerlo, pero no les quedó otra que aceptar una derrota que acabó confirmando Higor Rocha con el definitivo 0-2. Tras una temporada en la que solamente había cedido una derrota, los malagueños habían hincado la rodilla ante un cuadro santaeulariense que se autoinyectó ahí una alta dosis de confianza de cara a este punto medio de la fase de ascenso.
Hoy, los de la Villa del Río se verán las caras con un rival que sufrió más derrotas que el Marbella en la fase regular, en concreto seis, pero que viene de finalizar primero en el grupo III y quedarse a un paso del ascenso en la eliminatoria directa entre campeones de grupo. La diosa Fortuna o la puntería –allá cada uno– se lo impidió en la tanda de penaltis y después de una prórroga contra el Logroñés, que había forzado el tiempo extra gracias a una pena máxima en el minuto 85.
Superar tres eliminatorias en siete días no es fácil y menos si el desgaste físico hace mella en el equipo. Así las cosas, no sería de extrañar que Raúl Casañ realizara algún cambio con respecto al once inicial del primer partido. Todo hace indicar que Marc de Val y Cristian Cruz, que tuvieron que ver el partido en la grada por sanción, serán de la partida en esta ocasión. Son prácticamente dos novedades seguras para un once que se sabrá una hora antes del inicio de otro choque histórico para la Peña Deportiva y el fútbol ibicenco.
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