Planteamientos
El nuevo formato copero obligó a Quique Setién a tirar de sus pesos pesados. No estaba la cosa como para hacer demasiados experimentos en Can Barça y el nuevo entrenador azulgrana plantó sobre el césped prácticamente todo el arsenal del que dispone ahora mismo. Es cierto que Messi, Busquets y Piqué no fueron convocados, pero en la alineación figuraba el resto de cracks. Eso sí, hubo un par de novedades. Jugó con un 3-5-2 y un solo central en la retaguardia: el francés Lenglet.
Por parte del cuadro unionista hubo pocas novedades. De todos es sabido que Pablo Alfaro suele realizar apenas un par de cambios partido tras partido y que tampoco dispone de una plantilla excesivamente amplia. Eso, sumado a las bajas –se confirmó la de Rubén–, hacía presagiar un once como el que salió a la luz una hora antes del choque, que fue el mismo que ganó al Rayo Majadahonda con el único cambio de Javi Lara por Sibo.
Si a alguien le quedaba alguna duda de con quién iba la grada, le empezó a quedar claro en el calentamiento. Silbidos a los azulgrana y aplausos para los celestes. Como tenía que ser. Lo mismo sucedió cuando cantaron las alineaciones por el altavoz.
Lo que nadie –o casi nadie– podía imaginarse es que, encima, los unionistas iban a prolongar la fiesta adelantándose en el marcador. A los nueve minutos, Javi Lara habilitó por la izquierda a Raí, que hizo el pase de la muerte para que Javi Pérez apareciera desde la segunda línea para lanzar un disparo que, tras rebotar en Caballé, se introdujo en la red. Seis mil quinientas gargantas se fusionaron al unísono para cantar el gol. Alguno se frotaba incluso los ojos. No; no era un sueño.
El Barça se estaba viendo sorprendido y la grada no tardó en recordarle cuál había sido su gran error. «¿Dónde está Leo Messi? ¿Leo Messi dónde está?», retumbaba en el estadio. Los aficionados llegaron a cantar poco después otro gol, esta vez de Ángel Rodado. Sin embargo, el árbitro anuló el disparo cruzado a la red del pichichi del grupo I de la categoría de bronce por una falta sobre Lenglet para indignación de los allí presentes.
El fútbol del conjunto de Quique Setién era como el latido de un muerto en Can Misses: inexistente y plano. Su dominio del balón no le llevaba absolutamente a nada. Su juego era insípido, soso como un caldo sin jamón. Es más, incluso el Barcelona no pudo en ocasiones con la asfixiante presión de una UD Ibiza crecida y en tal estado de gracia que mereció incluso irse al descanso con una ventaja mayor. Pudo hacerlo cuando, en el 39, el palo obstaculizó un disparo de Raí, que había hecho lo más difícil al recortar a su marcador en el interior del área, y Neto sacó una mano milagrosa en el rechace que cazó Rodado. Increíble.
Cambio de guion
A la vuelta de vestuarios, el panorama no cambió demasiado. La UD Ibiza tenía claro qué hacer ante un cuadro visitante que tocaba y tocaba pero sin encontrar huecos en la férrea defensa local.
Setién movió el banquillo. El primero en entrar fue Jordi Alba en el 59 por un inédito Carles Pérez, una sustitución que acabó siendo clave. Un minuto después, el conjunto azulgrana probó a hacer su primer disparo en una falta de Rakitic que, encima, se estrelló en la barrera. No podían con los celestes.
El cansancio empezó a hacer mella poco a poco en las filas pitiusas. En los siguientes ocho minutos, los de Alfaro sufrieron dos nuevas aproximaciones de su adversario. Fati, que lanzó fuera, y, de nuevo, el centrocampista croata, con un disparo lejano que fue a manos del portero, lo intentaron sin suerte. Sí que acertó Antoine Griezmann en el 73. El francés mandó a la red un pase entre líneas de Frenkie de Jong para igualar la contienda y dejar helado Can Misses.
El técnico unionista trató de oxigenar a los suyos con la entrada paulatina de Diego Mendoza, Sibo y Carbia por Rodado, Javi Lara y Raí. Setién también buscó más precisión en el pase y algo más de punch con la entrada de Arthur y Vidal.
El encuentro parecía abocado a la prórroga. Sin embargo, el destino le jugó una mala pasada a la UD Ibiza. En el cuarto minuto de los seis se prolongación, el Principito evitó una posible catástrofe azulgrana y disipó el sueño de toda una isla. El ariete francés aprovechó una asistencia de Alba para penetrar en el área y superar a Germán. No hubo tiempo para más y el ‘Ibizazo' se quedó a las puertas de tomar forma. Fue el final más cruel para un cuadro pitiuso que, diga lo que diga el marcador, salió ganando, porque esto no es una derrota, sino el principio de una bonita historia. Grande, UD Ibiza. Grande.
13 comentarios
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Este equipo nos seguirá dando alegríassssssssss. Noche para recordar q se quedará corta con la del ascenso!!!!!!
Vamos ibiza! A por la segunda a!
Grande UD! Grande ibiza! A por la segunda !
Vamos ud!
... y contra el Sanse, ¿seremos los mismos de siempre o vendrá alguno de los 4.000 nuevos aficionados? Y los que estaban indignados por quedarse si entrada, ¿se animara a venir alguno?
Penalti si que hay, pero Expulsion? Eso es amarilla,
Contra el barça y el arbitro dicen? Jajaja venga hombre, si os salvaron de un penalti y una expulsion clara, igual visto en el campo no se aprecia, pero por la tele fue clarisimas las dos. Quedaos con que el ibiza planto cara y tuvo una derrota muy digna. Lo demas ya es querer rizar el rizo.
En el 2 gol de barsa, hay falta del defensa del barsa en la recuperacion del balon, eso nadie lo dice
Disfrutamos mucho con la UD ayer, mucho, mucho. Jugamos contra un Barça y un árbitro. Por otra parte, creo que el perfil de seguidor de la UD no somos del tipo de música del Dj que nos taladró y no pudimos hacer nuestros cánticos antes del juego y luego penoso los tres de sa penya pagesa en mitad del campo en el descanso (¿afán de protagonismo como siempre? ojo directiva)
Amadeo Salvo , en Mestalla ameniza una banda de música de pueblo y a mucha honra a son de pasodoble . Usted criticó lo de las cerezas para luego , en lugar de invitar a una banda de música de la isla , se trajo un dj chunta chunta . Lamentable xiquet .