—Se ve que lo está pasando bien con los niños.
—La verdad que cuando acaba la temporada, yo estoy deseando que llegue la época de campus porque los niños lo disfrutan mogollón, pero yo también.
—Hace no tanto, estaba en el otro lado.
—Bueno, ya hace más tiempo de lo que me gustaría, pero sí. Cuando yo tenía la edad de estos chicos e incluso hasta junior cada verano me apuntaba a un campus. Lo hacía por seguir entrenando porque al final se me hacía muy corta la temporada.
—¿Qué les cuenta? ¿Qué consejos les da?
—Simplemente a estas edades lo más importante es que disfruten y lo pasen bien. Que se diviertan es lo fundamental, que aprendan todo lo posible, pero sobre todo que se diviertan. Si pierden eso, después ya no es lo mismo y no se aprenden tantas cosas. Aunque parezca mentira, que se diviertan importa mogollón.
—Pertenece a una generación que ha conseguido un montón de medallas en campeonatos de selecciones en categorías de base. Eso indica que en España el baloncesto se trabaja bien.
—Sí, la verdad que sí. Ahora, ha subido bastante el nivel y es más complicado conseguir medallas en esas competiciones. Aquí siempre ha habido buen baloncesto y se trabaja muy bien desde la base, algo que en otros países no pasa tanto. Creo que esa es la clave del éxito.
—Viene ahora de los Juegos Europeos. ¿Cómo ha sido la experiencia?
—Ha sido una de las mejores experiencias de mi vida. A nivel de organización, sí que había vivido algo parecido con gente de mi generación y cuando éramos sub-16 y no es lo mismo que ir con un senior. Ver deportes que no se lo están tomando como un torneo, que es importante conseguir una medalla. El ambiente ha sido espectacular. Nuestro resultado no ha sido tan bueno como esperábamos, pero al final hemos disfrutado mogollón y me quedo con eso.
—El baloncesto en esta cita se juega en 3x3, una modalidad que recuerda al baloncesto callejero. ¿Qué cambia?
—Realmente lo único que cambia es que lo das todo en muy poco tiempo, algo que en un partido de 40 minutos no pasa porque tienes que ir dosificándote y aquí es imposible porque es un no parar. En el 3x3, sobre todo, los equipos que sacan más ventaja son los que son capaces de mover rápido el balón y van con mucha velocidad y mucha fuerza. El nivel de exigencia es mayor y se permite muchísimo más el contacto.
—¿Es más divertido?
—Es diferente. Me gustan las dos modalidades. El 3x3 es muy divertido, pero si hay que jugar más de un partido al día durante varios días se nota el cansancio. Aunque sean 10 minutos, se nota la exigencia de tanta intensidad.
—Para acabar, ¿qué ha visto en este Campus Paco Vázquez?
—Veo que es superdinámico y los niños se lo pasan superbien y eso es lo más importante. No hay ninguno quieto y veo que poquito a poco van aprendiendo. Veo que los chicos escuchan y eso es muy importante. Las poquitas cosas que les dicen ves que van cogiendo los consejos que les dan. Se lo pasan bien y aprenden y eso es lo más importante en un campus. Además, Paco es un lujo. Le pone muchas ganas y se le ve que está en todo y eso los niños lo notan.
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