En palabras a Periódico de Ibiza y Formentera, Martínez asegura que no quiere «crear un conflicto con un club con el que se llevan muy bien», pero pide «un poco de sentido común» y «ayuda entre clubes». El técnico explica que el hecho de jugar en domingo les obligaría a regresar a Palma en barco a una hora tardía «teniendo que trabajar al día siguiente». Así mismo, recuerda que ellos sí cambiaron la fecha del partido de ida del sábado al domingo por peticiñón del club rojinegro.
La respuesta del Formentera no se ha hecho esperar. Los de la pitiusa menor señalan que el entrenador mallorquín «sólo ha contado la parte que le interesa» y aseguran que ellos sí están dispuestos a jugar el sábado por la tarde, ya que por la mañana es imposible porque «el campo está ocupado».
Recuerdan que esto es así porque la delegación de la FFIB en Ibiza y Formentera mandó una circular al principio de liga que dictaba que todos los partidos de fútbol base que se celebren en Formentera tienen que jugarse a las 10.30 horas y a las 11.45 horas.
Además, desde el club rojinegro señalan que habitualmente son ellos los más perjudicados por la insularidad: «Nos tenemos que cambiar en el autobús, tenemos que hacer noche en Mallorca, nos ha tocado viajar en barco, los jugadores también trabajan los lunes y no nos quejamos».
Este pequeño enfrentamiento en las redes sociales es algo habitual que se repite casi todos los años cuando surge algún problema de este tipo.
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