El conjunto unionista volvió a mostrarse como un equipo vulgar lejos de Can Misses. El cuadro que ahora dirige Pablo Alfaro volvió a dar la de arena. El técnico insistió con un once más ofensivo que el de la ‘era Palop', pero ni por ésas consiguió hacer daño. Plantó a Chavero junto a Núñez en el doble pivote, donde la verdad es que no acaba de despuntar, y situó a Armenteros, que tampoco está ofreciendo el nivel esperado, en la media punta, escoltado en las bandas por Cirio y Perdomo.
Los marbellíes demostraron una superioridad manifiesta a lo largo de todo el encuentro, sobre todo en la primera parte. En siete minutos habían desperdiciado tres ocasiones de gol, la última de ellas clamorosa. Dani Pérez lanzó la pelota por encima del larguero en un remate a placer dentro del área pequeña. Increíble. Anteriormente, un cabezazo de Samu y un disparo de Juanma se habían marchado fuera.
De los unionistas no hubo noticias en ataque hasta el minuto 26, cuando Armenteros se sacó un zapatazo raso desde fuera del área que Wilfred supo despejar. El que sí vio puerta fue Juanma, que recogió un servicio de Paulo Vitor y disparó a la media vuelta para subir el 1-0 en el minuto 32. El propio Juanma puso tierra de por medio en el 39 al cabecear a la red una falta lateral. Y eso que en ese instante los suyos estaban con uno menos sobre el campo porque Juergen estaba siendo atendido en la banda.
La empresa se complicó mucho más de lo esperado y Alfaro no podía estarse quieto. Introdujo un doble cambio de inicio en la segunda parte. Prescindió de Armenteros y Perdomo para dar entrada a Raí, que debutó con la elástica celeste –ayer rojilla– y Jordi Sánchez. Éste tuvo la primera ocasión de los visitantes a los tres minutos, pero el guardameta repelió su disparo raso. Aunque el Marbella no llegaba ya con tanta claridad, lo cierto es que el Ibiza tampoco hacía daño y sólo se dejaba ver a balón parado.
A falta de 19 minutos para el final, Montero, que fue llegar y besar el santo, puso la puntilla. No hizo más que entrar al campo en sustitución del bigoleador de la tarde y el primer balón que tocó fue para cabecear un centro desde la derecha al fondo de la red.
En el tiempo de descuento, Rodado se encargó de hacer el gol del honor tras un centro de Bonilla. No hubo tiempo para más y el árbitro señaló el final de un partido que deja muy tocado al cuadro que ahora dirige Pablo Alfaro. Con tanta desventaja con respecto a la zona de play off, los unionistas deberán centrarse ahora en, al menos, alcanzar la sexta plaza, que da acceso a la próxima edición de la Copa del Rey.
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