El conjunto malagueño se encuentra en tierra de nadie, a 13 puntos de la fase de ascenso, que no es su meta, y ocho por encima de la promoción por el descenso. Los marbellíes jugarán sin presión ante un cuadro unionista que necesita urgentemente un triunfo lejos de Can Misses, algo que se le resiste desde el 20 de enero, cuando superó por la mínima al Atlético Sanluqueño con un gol de penalti de Sergio Cirio en los últimos instantes.
Después de que Pablo Alfaro, que llegó a la Udé para sustituir a Andrés Palop a finales de febrero, haya completado su primera semana de entrenamientos, es hora de ver si mantendrá los cambios de la jornada anterior o si incluirá alguno más. Ante el San Fernando, el técnico decidió poner fin al doble pivote superdefensivo formado por Iosu y Núñez, tratando de alinear un once más ofensivo y menos conservadurista. Eso sí, prescindió en la banda derecha de los desequilibrantes Javi Serra y Perdomo para ubicar en dicho costado a Cirio.
Según avanzó el míster, la idea será la misma: «Quiero seguir manteniéndola porque creo que es la adecuada, pero posiblemente habrá situaciones que podamos variar. Siempre intentaremos tener nuestro sello y ser humildes, pero debemos tener nuestra forma de jugar y ser ambiciosos para ir a ganar. Eso sí, cada partido tiene matices diferente. Me gustaría tener esas variables dentro del propio partido porque así eres más imprevisible y, si lo eres, es más difícil de que nos contrarresten».
El zaragozano tiene claro en qué han de basarse las señas de identidad de la UD Ibiza: «Iremos tocando algunas teclas y adquiriendo mecanismos. Creo que es una de las facetas que el equipo puede mejorar. Intentaremos tener más presencia en campo rival, crear ocasiones y tener eficacia. Creo que lo podemos conseguir»
El entrenador celeste tiene a todos sus hombres disponibles, por lo que se ha visto obligado a realizar descartes. Sorprende que tanto Javi Serra como Javi García vuelvan a quedarse fuera de la lista junto a Fobi, Chanza –vuelve Luca tras su lesión– y el recién llegado central Mariano Gómez, que deberá esperar aún su oportunidad. «Es un hombre recién llegado, muy jovencito y con una presencia física imponente. Viene de no competir y tendrá su proceso de adaptación. Estos días está ubicándose. Seremos pacientes con él porque es un fichaje de futuro y, a partir de ahí, que se convierta en uno más en muy poco», dijo al respecto.
En cuanto al rival, Alfaro espera «que cambie poco con respecto a lo que está haciendo, porque no le va mal». «Es un equipo rocoso a nivel defensivo, con las líneas muy juntas. Se complica poco atrás. A nivel ofensivo intenta aprovechar sus virtudes. No es un equipo que tenga mucho el balón y que enamore con su juego, pero sí es muy vertical y con tres pases te puede hacer daño», explicó el técnico de una Udé apremiada por la necesidad de triunfos.
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