Los jugadores del CD Ibiza celebran uno de los goles marcados al Mallorca B. | MARCELO SASTRE - Archivo

El CD Ibiza se está ganando el derecho a soñar. Los ibicencos consiguieron ayer los tres puntos ante el Ferriolense en un partido muy duro en el que tuvieron que levantar un gol en contra y que finalizó con un marcador de 1-2.

El partido de Son Ferriol no fue bonito, pero sí muy trabajado. El conjunto rojillo tuvo que ponerse el mono de trabajo para sacar unos puntos que pueden valer oro.

La primera parte contó con pocas ocasiones de gol. Los de Vila tocaban el balón, pero sin crear demasiado peligro ante un Ferriolense que esperaba encerrado y buscaba salir al contraataque. El plan mallorquín salió a la perfección cuando Roldán disparó desde la frontal y batió a Contreras.

En la segunda mitad, el CD Ibiza salió más motivado y dispuesto a igualar el encuentro. Puma realizó dos cambios que salieron a la perfección. Ramos provocó un penalti que Terán no desaprovechó.

Además, minutos después, los mallorquines se quedaban con 10. El peso del partido recayó completamente en los ibicencos. Moreno, que había entrado en el descaso, culminó la remontada con una jugada personal.

El CD ibiza sufre, gana y puede soñar.