Imagen de la salida de la Travesía Ibiza Patrimonio de la Humanidad del 2017.

«Te ponen un muro, no te ayudan, sólo te critican y te dan la espalda. No puedes hacer nada. Te quedas solo». Ese es el sentimiento que tiene Tomás Joaquín Lucas Atienza. El presidente del Ibiza Masters confirmó la disolución del club que ya se ha dado de baja como asociación deportiva.

La entidad deja a sus espaldas doce años de actividad. Nació como pionera en la isla de la natación de categoría master y durante varias temporadas contó con un buen número de participantes, llegando a disputar Campeonatos de España y alguna que otra prueba por Europa.

Ahora, todo eso es pasado. El club se va con cuatro miembros y con mucha tristeza por lo que pudo haber sido y no fue. Es su presidente quien relata como algo que empezó «con mucha ilusión» poco a poco fue perdiendo fuerza. El club surgió bajo el cobijo del CN Ibiza, pero pronto inició su actividad por separado, algo que ya no gustó a algunos miembros.
A la hora de buscar culpables, Tomás Joaquín tiene claro que hay varios: «Es un cúmulo de despropósitos». «Las instituciones nos han dado la espalda», afirma con rotundidad. El presidente asegura: «Las ayudas van a los clubes más potentes, a los que viven de ello, y los humildes nos quedamos sin nada. Así es inviable llevar un club».

El desencanto con el Ayuntamiento llegó a su tope con la celebración de la Travesía Ibiza Patrimonio de la Humanidad, prueba emblemática de esta entidad y que abre el calendario de aguas abiertas. «La travesía fue un desastre, el Ayuntamiento no nos ayudó casi nada, ni el equipo de sonido nos pusieron», asegura.

Una prueba que cumplió ocho ediciones y que el año que viene podría desaparecer. «Que la haga el Ayuntamiento si quiere, pero yo no estoy dispuesto», afirma Tomás Joaquín.

Pese a su enfado con las instituciones es consciente de que gran parte de los problemas son internos: «Aquí la gente siempre miró más por lo personal que por lo colectivo. Siempre nos costó mucho encontrar a alguien que dirigiese el club». «Lo peor es que la gente que no quiere estar en la directiva, en vez de ayudar, sólo se quejaba. Hemos tenido varios miembros que han creado bastante mal ambiente», añade.

Por último, el tercer problema al que se ha tenido que enfrentar el club es al éxodo de muchos de sus nadadores. «Varios se nos han ido al triatlón. En río revuelto ganancia de pescadores. Se nos fue la gente y nos hemos quedado desnudos. Cuando alguien nuevo venía a preguntar, veía que éramos pocos y se echaba atrás. Es muy difícil sacar algo adelante en estas situaciones» confiesa el presidente.

Para Tomás Joaquín ha sido una decisión muy dura porque el fue uno de los artífices de este proyecto que ahora tiene que abandonar. «No tengo ni tiempo ni salud para esto. Estoy muy desencantado».

Sobre si fue una decisión unilateral, sostiene que no: «Yo les dije a los que quedaban que yo me iba y que si alguien quería tomar las riendas. Nadie quiso y entonces el equipo desaparece».