Una goleada lógica

Los rojinegros no tardaron en avisar de sus intenciones. A los dos minutos de juego, Víctor Ruiz firmó el primer lanzamiento a portería, atajado por Kike. Al filo del cuarto de hora fue Javi Boix el que lo intentó de lejos, pero, al igual que su compañero, se encontró con la respuesta del portero. A la tercera fue la vencida. Un penalti de los visitantes lo transformó Víctor Ruiz en el 1-0 al filo de la media hora de partido.

En la segunda parte, la historia cambió. Esta vez, los locales estuvieron más acertados de cara a puerta y pudieron ampliar el marcador. En la primera llegada de los formenterenses se produjo el 2-0. El cancerbero despejó sin fuerza el balón con el puño en un saque de esquina y Bonilla recogió el rechace para batirle.

Todavía no se habían recuperado los mallorquines del jarro de agua fría cuando Colau distanció aun más a los suyos con un remate de cabeza. Era el minuto 55 y el Formentera mandaba por un claro y contundente 3-0 en el marcador.

Después del clásico carrusel de cambios –el Sóller para tratar de reaccionar y el Formentera para dar descanso a algunos de sus jugadores–, los visitantes recortaron diferencias a falta de ocho minutos para el final por mediación de Santi. No fue más que una anécdota, pues nada hacía peligrar la victoria del conjunto rojinegro. De hecho, por si a alguien le quedaba alguna mínima duda, Bonilla se encargó de disiparla con un remate de cabeza a placer dentro del área pequeña a la salida de un saque de esquina para subir el definitivo 4-1 al tanteador.