Cristian Herrera, del Ibiza, disputa un balón dentro del área. | MOHAMED CHENDRI

Jarro de agua fría en Can Misses. La Unión Deportiva Ibiza cayó ayer en su debut como local en Segunda B contra el Atlético Sanluqueño. Y lo peor es que encajó el único gol del partido cuando el rival se encontraba en inferioridad numérica y a merced. Increíble, pero cierto.

Parece que se invirtieron los papeles con respecto a la semana pasada. En la primera jornada, los de Ñoño Méndez se habían hecho con los tres puntos después de defender como auténticos gladiadores durante los 90 minutos y marcar prácticamente en su única llegada clara. En esta ocasión, a los celestes les tocó vivir el partido contrario: ataque sin definición y gol encajado en la única aproximación visitante del segundo periodo.

La primera parte fue ciertamente decepcionante. Ninguno de los dos equipos llegó a gozar de una ocasión verdaderamente clara. Eso sí, si alguien mereció el gol fue el conjunto ibicenco, que en un par de acciones puntuales combinó con calidad y llevó peligro al área rival.

Los primeros minutos fueron de tanteo, con unas defensas presionates y pocos huecos por los que mover el balón. De hecho, Mawi, para los visitantes, tuvo que probar fortuna con un zapatazo lejano que se marchó excesivamente alto y Herrera, para los locales, se tuvo que conformar con intentarlo en una falta en la frontal del área que Diego atrapó sin problemas.

Cumplido el primer cuarto de hora, Edu Oriol empezó a dejarse notar por la banda izquierda. Se veía motivado al exjugador unionista, que se entendía bien con su compañero Abel Gómez por dicho costado. Eso sí, el cuadro de Ñoño Méndez se las apañaba bien para desbaratar el peligro e incluso tuvo su opción en una jugada rápida que Germán, tras un pase interior de Herrera, tardó en definir, lo que permitió al último zaguero cruzarse en su camino para mandar la pelota a saque de esquina.

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Poco a poco, el partido fue adormeciéndose y las ideas se les nublaron a ambos contendientes. Oriol perdió protagonismo y el Ibiza, profundidad. Eso sí, los locales realiaron dos acciones combinativas de mérito en la recta final. La primera acabó en córner y la segunda la desperdició Javi Serra con un intento de vaselina que, además de no llevar fuerza, se marchó fuera.

El panorama cambió por completo tras el descanso. Herrera forzó la segunda amarilla del central José y los andaluces se quedaron con un hombre menos sobre el terreno de juego a los tres minutos de la reanudación.

La UD Ibiza se hizo entonces dueña de la pelota, pero la figura del guardameta Diego no tardó en emerger. El cancerbero desbarató una doble ocasión en el minuto 51 y, tras el gol de los suyos, dio una exhibición de colocación y reflejos.

En el minuto 70, una falta lateral y lejana acabó con un cabezazo bombeado de Dani del Moral, cuya marca perdió Fran Grima, al fondo de las mallas. Era el único futbolista en el área, en una jugada que pilló totalmente desprevenida a la defensa local.

Ese error infantil acabó pasándole factura a los unionistas, que ya no pudieron igualar la contienda por más que lo intentaron. Javi García, Germán, Rodado y Gonzalo, éste ya en el tiempo de prolongación, tuvieron la oportunidad de rascar al menos un punto para los suyos, pero lo cierto es que el marcador ya no sufrió cambios y el jarro de agua fría que supuso la diana de Dani del Moral dejó helado el estadio de Can Misses.