Año nuevo, vida nueva. Ese famoso dicho bien puede aplicarlo la Peña Deportiva, con la que debutaron como titulares tanto el portero Imanol como el delantero Salinas. Y eso que pronto se le pudieron poner feas las cosas cuando una asistencia rasa de Crespo, que también hizo ayer su debut, acabó en un autogol de Pau Pomar a los siete minutos. Sin embargo, el tanto fue anulado por fuera de juego. Protestaban los de la pitiusa sur al tiempo que respiraban los de Santa Eulària.
Al filo del cuarto de hora volvió a verse un gol anulado, esta vez a la Peña. Una falta ejecutada por Salinas la remató con la cabeza Navarro al fondo de la red, pero la diana no subió al marcador por otro presunto fuera de juego.
Los minutos empezaron a pasar con más pena que gloria. Daba la sensación de que ambos equipos preferían no cometer errores y aprovechar uno del rival. Esto derivó en la ausencia de ocasiones de gol, lo que llevó a Guille Andrés a probar fortuna desde el centro del campo en el ecuador de este primer periodo. Eso sí, el tiro le salió más que desviado.
Las dos escuadras no dejaban espacios atrás y eso obligaba a los atacantes a buscar lanzamientos lejanos. Eso sí, la calidad individual de Riera se dejó ver a la media hora. El jugador murciano alcanzó la línea de fondo, pero su pase de la muerte lo despejó Navarro cuando Juan Antonio se disponía a fusilar al portero. El ariete sevillano sí probó fortuna al filo del descanso, con un zurdazo desde la frontal que se marchó directamente fuera. No hubo más en todo el primer acto.
La segunda parte
Tras el descanso, el Formentera dio un paso al frente, sabedor de que una victoria no solamente acercaría aún más la permanencia, sino que dejaría tocada y hundida a la Peña Deportiva. Se adueñó de la posesión del balón y comenzó a acosar regularmente la portería visitante.
El primero en probar fortuna fue Álvaro con un disparo lejano que fue directamente a las manos del meta en el minuto 48. Dos más tarde se produjo la mejor ocasión del choque, cuando Bonilla, solo al filo del área pequeña, disparó raso. Imanol metió el pie izquierdo para evitar el tanto. El acoso siguió y un minuto después fue Nando quien, de cabeza a centro de Crespo, metió el miedo en el cuerpo de los de Dani Mori.
La réplica peñista se produjo en el minuto 62. Salinas, que, sin hacer un partido excesivamente brillante, se nota que da otro aire al equipo en ataque, cabeceó a las manos del cancerbero un buen centro de Marcos.
En apenas 20 minutos se habían visto más ocasiones que en todo el primer tiempo. El partido estaba más abierto, si bien dominaban los locales, y se notaba que ninguno se conformaba con un punto. Tito García lo confirmó cuando retiró al defensa Bonilla para dar entrada al delantero Bruno Vinicius. Sin embargo, fue la Peña la que encontró premio pasados los tres minutos que el trencilla había dado de descuento, en el 93'45''. Bernal ejecutó un córner al primer palo, el balón lo peinó Marc y Núñez fusiló la portería. El éxtasis se apoderó entonces del plantel santaeulariense, que ve algo de luz al final del túnel.
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