Objetivo cumplido. El Formentera empató a un gol tras firmar un auténtico partidazo contra el Athletic Club, uno de los tres únicos equipos españoles que siempre han jugado en Primera, y llegará vivo al partido de vuelta en San Mamés. Increíble, pero cierto.
Nada tuvo que ver el encuentro de ayer con el de hace un año contra el Sevilla. Es cierto que los vascos no llegaban precisamente en su mejor momento, todo lo contrario que el cuadro hispalense, pero también lo es que los formenterenses mejoraron muchísimo sus prestaciones. No solamente fueron capaces de tutear a su rival sino incluso de ponerlo en aprietos. De hecho, se adelantaron en el marcador en la segunda parte, haciendo vibrar la grada de Sant Francesc.
Tito García Sanjuán apostó por un once ofensivo. Prefirió jugar con cuatro atrás en lugar de esa clásica línea de cinco con tres centrales y dos carrileros profundos. Lo cierto es que le salió bien, muy bien. No en vano, si alguien llegó con peligro al área rival fue el Formentera.
De no ser por Arrizabalaga, el Athletic se habría ido al descanso por detrás en el marcador. El guardameta salvó, en primer lugar, un remate de cabeza de Juan Antonio al filo de la media hora de juego. Lo hizo como si fuera un portero de balonmano. Poco después, se marcó una parada antológica, de ésas que tan bien quedan en las fotos, para evitar que el testarazo de Omar a centro de Fobi acabara en las redes. Los aficionados ya cantaba gol cuando el balón se aproximaba a la portería, pero no contaban con el vuelo a lo Superman de Kepa. Ver para creer. También tuvo que intervenir a cinco minutos del final para enviar a córner un lanzamiento lateral de falta ejecutado por Dailos que se envenenó y no entró por poco. Entre el cancerbero y el larguero evitaron el tanto.
Los de Ziganda, por contra, fueron incapaces de poner en peligro la meta defendida por Marcos Contreras. Su bagaje ofensivo se redujo a un par de disparos lejanos de Aketxe que Marcos atajó con facilidad. El Athletic, indolente, no encontraba la forma de meterle mano a los de Tito García, que fueron los que pusieron el juego y las ocasiones.
Tras el descanso, y poco después de una falta peligrosa ejecutada por Aketxe, el buen hacer del Formentera dio sus frutos. Una falta botada al área por Omar acabó con un mal despeje de la zaga vasca y Liñán, que andaba en el meollo, voleó el esférico al fondo de las mallas. Sant Francesc parecía La Bombonera. No era para menos.
Dicen que la alegría dura poco en casa del pobre y Raúl García se encargó de corroborarlo dos minutos después. Ziganda tuvo que recurrir a uno de sus cracks para evitar la catástrofe. El atacante, que apenas llevaba unos segundos en el campo, cabeceó a la red la primera oportunidad realmente clara de los suyos. Y la única a la postre.
El Athletic, poco a poco, fue imponiendo su mayor categoría ante un Formentera que empezó a acusar el cansancio. Tito movió piezas y reforzó el entramado defensivo al sustituir paulatinamente a Riera, Omar y Gabri por Bonilla, Maikel y Kiko. Le salió perfecto. El marcador ya no sufrió cambios y su equipo se llevó la victoria moral con este impresionante empate contra todo un Primera División. Formentera sigue haciendo historia.
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