Demasiado castigo. Eso es lo que sufrió ayer el Ushuaïa Ibiza Voley contra el Teruel en su debut como local esta temporada en Superliga. El equipo ibicenco cayó por 0-3 contra el conjunto turolense, un resultado engañoso a tenor de lo visto sobre la pista. Y es que los amarillos merecieron mejor suerte tanto en el primer como en el último set.

La derrota contra el Urbia Palma en la primera jornada por 3-1 ya había dejado un sabor agridulce en el plantel pitiuso. Y es que se le vieron buenas maneras al Ushuaïa contra el campeón. Y eso que su plantilla no tiene nada que ver con la de los últimos años. Se tuvo que confeccionar en pocos días después de una prórroga para formalizar la inscripción en la competición, lo que hizo que todas sus piezas, salvo dos, emprendieran rumbo a otro destino.
Con todo, y a pesar de que los integrantes del equipo ibicenco aún están en fase de compenetración, tutearon al Palma y, ayer, al Teruel, dos conjuntos que forman parte de la terna de candidatos al título liguero junto con el Unicaja Almería.

Si la primera manga hubiese caído del lado local nadie se habría extrañado. Los de Marcelo de Stefano comenzaron como un tiro (3-0) y llegaron a gozar de hasta cuatro puntos de ventaja (12-8). Con 18-15 en el marcador, los visitantes pidieron tiempo muerto y la acción surtió efecto al empatar a 20. Comenzó entonces un intercambio de golpes, con el Ushuaïa siempre por delante. Los amarillos dispusieron de una bola de set, pero Biliato falló y el Teruel volteó el tanteador (25-27) con un bloqueo ganador de Jiménez.

Esto sentó como un jarro de agua fría en las filas de Marcelo de Stefano. El conjunto pitiuso se vino abajo y no fue ni su propia sombra en el segundo juego. El 17-25 habla por sí solo de la diferencia que hubo sobre la pista.
Con todo, el Ushuaïa no arrojó la toalla. Se puso de nuevo el mono de trabajo. Y eso que comenzó con un 0-3 en contra. Volteó el marcador (8-6) y la igualdad se mantuvo hasta el final (22-22). Entonces, Radunovic y Torcello permitieron al Teruel disponer de su primera bola de partido (22-24). Sugrañes salvó la primera con un bloqueo, pero Colito no perdonó la siguiente.