Comenzó el partido en el Municipal de Santa Eulària con mucho ritmo por parte de los dos contendientes para tratar de hacerse con la manija del juego, aunque fue la Peña Deportiva la que impuso su autoridad sobre el terreno de juego, llevando siempre la iniciativa ante un ordenado y correoso Sabadell que se defendía bien ante las impetuosas incursiones de los peñistas.
En ese papel estaban ambos equipos metidos, lo que provocó que en los primeros 15 minutos de encuentro se vieran pocas ocasiones claras de gol en una y otra área, ya que el esférico corría de un lado a otro sin mucha precisión y circulaba más tiempo por el aire que en combinaciones a ras de césped.
A los 20 minutos se produjo una jugada anecdótica y bastante curiosa que encendió los ánimos de los aficionados en las gradas. El Sabadell disponía del saque de una falta a mitad de campo cuando Ángel, el encargado de botarla, tocó el esférico sin llegar a centrar. El peñista Guille Andrés, que estaba atento a la acción, se llevó la pelota a la carrera en solitario como una flecha hacia el área rival, pero, cuando se disponía encarar al portero, el árbitro, que tardó en reaccionar, detuvo la jugada al interpretar que el balón no había sido puesto debidamente en juego, penalizando al delantero local con una tarjeta amarilla que desató las protestas de jugadores, técnicos y del público santaeulariense, al entender que había cortado una clarísima y manifiesta ocasión de gol para su equipo.
Poco después, en el minuto 23, llegó la mejor y más nítida ocasión para la Peña, cuando Javi Gallardo, en una de sus internadas por la banda, prolongó su carrera hasta el borde del área catalana, desde donde lanzó un auténtico misilazo teledirigido que se estrelló en el larguero. El meta visitante Roberto había rozado el cuero lo suficiente para desviarlo de su trayectoria y enviarlo a la madera.
La única jugada de ataque destacable para el Sabadell en todo el primer asalto llegó en el minuto 36, en un disparo de Guillemenot que el meta local Dennis paró sin demasiadas complicaciones.
Tras el descanso, el guión del partido varió por completo, dando un giro hacia lo frenético. Apenas se habían cumplido tres minutos del segundo tiempo cuando el Sabadell botó un córner al interior del área peñista y, entre la rebujina de jugadores que allí se encontraban, uno de los atacantes cayó derribado al suelo en el primer palo. El árbitro no se lo pensó y señaló pena máxima, aunque sin tener muy claro quién había sido el defensor que había cometido esa presunta falta. Entre el tumulto de protestas, el colegiado amagó primero con amonestar a Guille Andrés y, luego, a Pau Pomar, pero el que acabó viendo la amarilla fue el central Alberto, que justamente se encontraba en el lado contrario del que se había producido la acción en cuestión y nada había tenido que ver con el derribo.
Felipe Sanchón se encargó de lanzar con éxito la pena máxima y de poner en ventaja al Sabadell en el marcador (0-1). El tanto de los visitantes, que hasta ese momento apenas se habían acercado a las inmediaciones de la portería de la Peña, sentó como una verdadero jarro de agua fría en las filas del conjunto de Dani Mori.
Con todo, era el minuto 49 y aún quedaban muchos minutos por delante, por lo que el equipo santaeulariense no se descompuso y tiró de casta para irse descaradamente a a por el partido. En ésas estaba la Peña cuando al arlequinado Guillemenot se le cruzó un cable en la disputa de un balón por alto y sacó a pasear el codo, que impactó con dureza en el rostro del central Alberto, lo que le supuso la segunda amarilla al jugador visitante y la consiguiente expulsión.
Así, con un jugador menos, el Sabadell se atrincheró atrás para defender su exigua renta, mientras que la Peña se volcó por entero al ataque para lograr al menos empatar, un objetivo que materializó Guille Andrés en el minuto 75 con un fenomenal testarazo, aprovechando un buen servicio desde la izquierda de Jandrín (1-1).
Sin embargo, con la Peña espoleada en busca de la victoria, Ángel tuvo la opción de darle el triunfo al Sabadell, ya que, en el minuto 86, corrió para hacerse con un balón en largo y se quedó solo ante Dennis, pero cruzó en exceso su disparo y el balón se marchó desviado para alivio de los locales.
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