Jordi conduce el balón durante el encuentro de vuelta de la primera eliminatoria entre la UD Ibiza y el Sineu. | MARCELO SASTRE

«Es un partido a vida o muerte». Más claro no lo pudo decir ayer David Porras, entrenador de la UD Ibiza. El equipo unionista se juega esta tarde, a partir de las 17.00 horas en Can Misses, el ascenso a Tercera División, objetivo marcado por el club a principio de temporada. Para ello tendrá que remontar el 1-0 adverso sufrido el pasado fin de semana contra el Santanyí en tierras mallorquinas. Eso sí, también cabe destacar que una victoria por 1-0 le bastaría para cumplir su meta de mantener dicho marcador durante la prórroga, ya que no habrá lanzamientos de penalti y el salto de categoría lo daría el mejor clasificado, en este caso el conjunto ibicenco.

La UD Ibiza espera hacer de Can Misses un fortín para conseguir su objetivo. Jugar en un campo de mayores dimensiones que el de la ida y contar con el apoyo de la afición serán dos factores importantes para soñar con la remontada. En este sentido, el entrenador de los unionistas espera que se produzca una buena entrada: «Para nosotros es importante tener a la afición detrás. Ya lo estuvo contra el Sineu. Entiendo que esta eliminatoria es diferente, porque tenemos que remontar. Debemos tenerlos cerca. Su respaldo durante los 90 minutos es importante para los jugadores, a los que su esfuerzo se les haría más liviano».

No sólo el marcador es un obstáculo que tendrá que sortear el conjunto pitiuso, sino que también tendrá el handicap de las bajas. Carlos Tomás, una pieza crucial, no jugará con casi total seguridad por lesión. Cristian Cruz también es seria duda, aunque podría llegar a forzar. Por contra, todo hace indicar que Moussa llega a tiempo tras haberse tenido que retirar en el minuto 22 del encuentro anterior por unas molestias físicas, al igual que Larra, quien necesitó puntos de sutura en la cabeza en la recta final.

Pero lamentarse no sirve de nada. David Porras sabe que hay que lograr el objetivo como sea y los suyos saldrán concienciados a por ello. «No deja de ser una final. Hemos llegado hasta aquí, que nos ha costado mucho, y hemos entrenado sabiendo que tenemos nuestras opciones», dijo al respecto. De todas formas, en caso de no subir ahora, cabría la posibilidad de disputar una última ronda contra el perdedor de la otra eliminatoria por la supuesta plaza vacante que quedará en Tercera con el posible salto de un conjunto balear a Segunda B.