Las jugadoras celebran el triunfo al término del partido de ayer. | Marcelo Sastre

PUCHI: 24

SPORTING LA RIOJA: 23

El Puchi golpeó primero. El equipo de Noel Cardona se impuso al Sporting La Rioja por un apretado 24-23 en un partido no apto para cardíacos y en el que las ibicencas fueron de menos a más para mantenerse invictas como locales esta temporada, ser las únicas segundas de grupo que han ganado en el estreno de esa fase y lanzar así un aviso a navegantes: el sueño es posible. El conjunto santaeulaliense tiró de casta y orgullo, o de ese corazón azul del que presume, para obrar otro de sus milagros. Por si en su día fuera poco tumbar a un equipo de División de Honor en la Copa de la Reina, ayer sumó otra gesta más a su historial al remontar el preocupante 3-9 que indicaba el marcador a los 18 minutos de juego.
Dudar del Puchi es un error. Y quienes lo hicieron cuando el marcador indicaba esa desventaja de seis goles comprobaron in situ de lo que es capaz esta familia de amigos. No se había visto nunca tan mal al cuadro ibicenco en el parqué de Santa Eulària. En defensa hacía aguas ante la calidad individual de Mariia o Marta, y en ataque era irreconocible. La primera línea se encontró con un muro difícilmente superable y las veces que lo hacía se topaba con la portera Sonora, excepcional entre los tres palos.
La defensa 5-1 de las visitantes se le estaba atragantando a las locales, que no encontraban la forma de correr sobre la pista, que es lo que más le gusta hacer. Con todo, el Puchi redujo la distancia a tres goles en el minuto 28 y pudo ponerse a dos de no ser por una nueva parada de la cancerbera riojana, esta vez a Flor. Justo después se produjo el 9-13, obra de Marta, con el que se llegó al descanso.
Que las azules tienen un poder de reacción fuera de lo común en las segundas partes nadie lo va a descubrir ahora. Lo que pocos esperaban es que tras la reanudación la desventaja volviera a ser máxima (9-15, min. 22). Pero en el deporte puede pasar de todo y cualquier detalle puede variar el rumbo de un partido. En este caso, fueron dos: las paradas de Ana Muñoz y la capacidad de sacrificio de Jillian, que entró a la pista para dar aire fresco a las suyas y revolucionar el choque. Eso, unido a la mejoría ofensiva, dio lugar a un parcial 7-0 en diez minutos que puso a las de Noel Cardona por delante en el marcador (16-15, min. 42) por segunda vez en todo el partido –la anterior fue con 2-1 al filo del minuto 4– tras un espectacular pase largo de Ana Muñoz que Flor transformó en gol.
Al grito de «sí se puede», la grada se vino arriba y alentó a las suyas para darles un último empujón tras el desgaste físico que se habían sometido para completar la remontada. Las malas noticias llegaron de nuevo en forma de lesión cuando Cristina, a falta de menos de un cuarto de hora, se tuvo que retirar por molestias en su rodilla tocada.
Ni tan siquiera este doloroso contratiempo impidió que el Puchi se fuera del partido, un encuentro que entró en una fase de intercambio de golpes continuos que mantenían la igualdad en el tanteador. La exclusión de Alicia a falta de cuatro minutos tampoco evitó el milagro. Las santaeulalienses aguantaron y los dos minutos que le cayeron a Marta poco después le sentaron como agua de mayo para acabar adjudicándose la victoria con un tanto in extremis de Ainhoa.
Este sábado tendrá lugar el segundo round en tierras riojanas. Las ibicencas tendrán que defender con uñas y dientes esa ventaja mínima de un gol, pero hay motivos para creer en ellas. Y es que, si en uno de sus peores partidos han sido capaces de apuntarse el triunfo, qué no harán a poco que actúen como regularmente hacen. Ayer ganaron la primera batalla. Este fin de semana, toca ganar la guerra. Otro milagro azul como el de ayer es posible.