SAN RAFAEL: 2

COLLERENSE: 0

Misión cumplida. El San Rafael sumó los tres puntos contra el Collerense en un partido en el que el resultado estuvo muy por encima de su juego y aprovechó el tropiezo del Alcúdia contra el Formentera para recortar distancias con respecto a la zona de play off.

La primera parte no pudo comenzar mejor para los intereses del equipo rafeler. Gerardo, tras un precioso regate, fusiló la portería mallorquina con un preciso disparo ante el que nada pudo hacer Pau. Pintaban bien las cosas para el San Rafi, pero la pronta lesión del centrocampista uruguayo, que tuvo que dejar su sitio a Enric tres minutos después, cambió ligeramente el panorama.

Los mallorquines se sacudieron el dominio local, pero tampoco es que pusieran en aprietos la portería defendida ayer por Román. De hecho, su bagaje ofensivo se redujo a una falta escorada que el portero desvió a córner pese a que parecía que iba fuera y un cabezazo de Miquel a la salida de un saque de esquina que se marchó muy desviado.

El conjunto de Vicente Román tampoco encontró espacios en la zafa del Collerense. Eso sí, Carboneras los encontró en una ocasión y reclamó penalti en el área pequeña en una acción en la que cabeceó el balón sin la fuerza necesaria.

Tras el descanso, el técnico local movió el banquillo. Dio entrada a Fernando por Enzo, que había estado algo desaparecido en el extremo. Los blue salieron al ataque en busca del segundo gol, pero ni Iñigo, de cabeza, ni Dani, cuyo disparo en una segunda jugada se encontró con su compañero Gady, encontraron portería.

El San Rafael perdió el control del balón y el Collerense lo aprovechó para crecerse. De hecho, gozó de la mejor oportunidad de todo el encuentro. En el minuto 64, Álex encaró completamente solo a Román, que sacó una mano milagrosa para enviar el esférico a córner cuando se había hecho el silencio en la grada. Menos mal.

El que no perdonó fue Iñigo. El delantero vasco sentenció el partido a falta de poco más de cinco minutos para el final tras recibir un pase de Zurdo, driblar a su marcador con un buen control orientado y mandar el balón raso al fondo de la red. La grada respiró tranquila después de los apuros que había pasado en la segunda mitad. La misión se había cumplido y los tres puntos se quedaron en Sant Rafel.