Iván Martín vuelve a la carga. A sus 38 años, el guardameta ha decidido regresar a las pistas tras varios años retirado del fútbol sala. El portero volverá a enfundarse la elástica del Gasifred Atlético, club que defendió desde el año 2002 hasta el 2011 y cuyo primer equipo milita actualmente en Tercera División.

«Me han llamado y me apetecía jugar porque perdí bastante peso. Estaba jugando con los colegas y así pues les echo una mano y vuelvo a jugar», comentó ayer Iván Martín, que dice encontrarse bien físicamente. «Bajé 25 kilos este verano y he empezado a salir a correr, a ir en bici, hacer abdominales... Ya había ido un par de veces a echar una mano al primer equipo y Luis Coria me preguntó si quería estar con ellos. Acepté si laboralmente el Gasifred me lo permite y me lo ha permitido», explicó el meta, que incidió en que «la directiva me ha echado una mano para que pueda estar con el primer equipo y gracias a eso lo haré, porque lo principal a esta edad es el trabajo».

El arranque del Gasifred no ha sido el esperado, ya que se supone que debe luchar por la liga. Con todo, Iván indicó que «hay calidad suficiente en la plantilla y falta un plus de confianza o motivación entre todos para ver que se puede aspirar a algo más». «Hay gente buena, lo mejorcito de la isla. A ver si puedo aportar este plus de motivación y conseguir jugar el play off para llegar a Segunda B», dijo.

El fichaje azulino competirá con Antón, Zurbi y Aitor por la titularidad. De todas formas, dejó claro que pretende «aportar en los entrenamientos y que sea el míster el que decida». «No seré un problema. Intentaré enseñarles todo lo que pueda. Lo que me interesa es que el equipo vuelva a ascender y, probablemente, yo ya no estaré ahí por temas laborales, pero quiero poder dejar al Gasifred donde lo cogí, en Segunda B», apuntó.

Iván Martín es consciente de que el fútbol sala nacional ha cambiado mucho desde su llegada a Ibiza en 2002: «El nivel es más bajo que antes. Antes no te planteabas ni jugar en Plata. El nivel ha bajado pero todo ha sido por la crisis económica. No hay tanto dinero para el fútbol sala y la gente mira más por una salida laboral, porque del fútbol sala es muy difícil vivir».

El nuevo portero azulino dejó el Gasifred en 2011 y firmó por la Peña Deportiva, con la que subió a Segunda B. En dicha categoría actuó con el equipo peñista e incluso acabó haciendo las veces de jugador-entrenador. Al término de ese curso colgó unas zapatillas que, ahora, vuelve a ponerse.