Probablemente el de Ben Yedder haya sido el gol más rápido que se haya anotado en Formentera. Y no fue el más tempranero de la Copa porque se obró de penalti y porque, oh casualidad, Mariano anotó para el Madrid en León a los 20 segundos de partido.
El Sevilla, por tanto, hizo historia en las Pitiusas. El tercer clasificado de la Liga no tuvo que recurrir a su once de gala para dominar en Sant Francesc al tercer clasificado de la Tercera balear. El tempranero gol, fruto de una pérdida en el saque inicial, congeló los ánimos de los 2.500 aficionados que se congregaron en el remozado estadio insular. El frío y la humedad no fueron suficientes para sorprender al equipo del Nervión, que aumentó su ventaja al cuarto de hora merced a un derechazo desde la frontal y ajustado al palo de Correa. El partido del siglo y la histórica eliminatoria copera se estaba resolviendo en un abrir y cerrar de ojos. ‘Fititú, quillo'.
El ambiente, no obstante, fue inolvidable. La pequeña isla del Archipiélago balear no acostumbra a recibir tan insignes visitas y el despliegue, como la hazaña copera de los de Tito García San- juan, ha tenido escasos precedentes. No todos los días (ni décadas) viene un Primera a Formentera y la expectación era palpable. Prueba de ello es que más de 30 medios, cuatro de ellos japoneses, se acreditaron para cubrir el evento con entre 70 y 80 profesionales de la comunicación. Miembros del club, de Protección Civil, incluso del Consell Insular aguardaban el encuentro con especial inquietud y deseo. Y todo, salvo el resultado, estaba saliendo a pedir de boca.
La fiesta del fútbol tenía preparada una nueva sorpresa al intrépido equipo pitiuso. Los rojillos despertaron y tras una jugada trenzada de manera espectacular acortaron diferencias por mediación de Gabri. La acción, ya digo, fue digna del propio Sevilla, o del Madrid, o del Barça si prefieren. Una combinación de libro, de superior categoría. La grada también reaccionó, espoleada por los tambores, pero mientras un sector exclamaba el manido “¡Sí se puede!” el Sevilla armó otro contragolpe y sentenció por mediación del propio Correa. Goles y espectáculo. Poco más se podía pedir a la primera media hora de encuentro.
El ‘hat trick' de Correa antes del descanso pulverizó las tímidas esperanzas del anfitrión. Y a pesar de que el encuentro y la eliminatoria estaban sentenciadas, el público local continuó disfrutando de una cita sin precedentes. Resuelto el tema, durante el descanso la atención se centró en DJ Pharma y su sonido remember, una buena manera de intentar entrar en calor.
La charanga del Formentera, nutrida esta vez por las categorías inferiores del club, trató de mantener vivo el ambiente. Con el partido roto, ambos equipos se quitaron los corsés y se sucedieron las ocasiones, aunque sin tanta efectividad como en la primera mitad. Ben Yedder y Correa redondearon su gran actuación con gol y penalti para sellar el 1-5 definitivo. Una ‘jartá'. Ahora, el Sánchez Pizjuán espera otra cita para la historia el Formentera.
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